Conjura contra la velutina en Ourense: patrullando las calles de noche a la caza de nidos

En esta época del año, los bomberos de la ciudad reciben cada día en torno a media docena de avisos por nidos de velutina. Este domingo a las once de la noche se cortó el tráfico en la avenida Rodríguez Castelao de As Lagoas para intervenir uno de ellos. Su ubicación, el alero del tejado del séptimo piso del edificio frente a la cafetería D’ Luxe. De día era perfectamente visible, así que habían sido ya varias las llamadas vecinales para dar la alarma.

Durante el trabajo de los bomberos, que duró en torno a la media hora, los caminantes reducían progresivamente el paso y se quedaban plantados como maniquíes. Las luces de los pisos se iluminaban, con los más curiosos sacando medio cuerpo por la ventana. A pie de calle, los espectadores formaban su propio nido. Una pareja de jóvenes admiraban la evolución de los acontecimientos cogidos del hombro. Mientras, otro vecino experimentaba la parte amarga de la intervención al salir del garaje y encontrarse con la calle cortada.

amp;lt;small>Los bomberos ascienden al séptimo piso de un edificio de As Lagoas. ÓSCAR PINAL</small

Retirada del nido

Entonces la grúa se estiró elevando a los bomberos, que enveneraron el nido y bajaron con él, ataviados en sus trajes de protección. Aún en la plataforma aérea del vehículo mientras desciendía, los vecinos les observaban con admiración. Por un instante, parecía un concierto de Daft Punk, con los dos DJ en la cabina con sus máscaras tapando sus rostros y el público a sus pies. En cuanto al nido, era de pequeñas dimensiones: solo tenía medio centenar de ejemplares en su interior.

Desde el servicio de bomberos, explican que esta es la época de mayor incidencia de velutinas en todo el año, cuando los nidos “se hacen grandes, como pelotas de playa. Son más visibles y recibimos cinco avisos al día para eliminarlos”. Cada mañana, desde la central revisan los avisos y se determina la ubicación concreta de los nidos, priorizando la retirada de los que suponen un mayor peligro. Y es por la noche cuando se llevan a cabo las tareas de retirada, aprovechando el momento en el que los insectos están menos activos.

Los efectivos de bomberos, con el nido intervenido. (Óscar Pinal)

El domingo actuaron sobre dos nidos de velutina además del de As Lagoas. Para uno de ellos, el acceso fue imposible al no poder entrar en la vivienda. Y, para el otro, tampoco resultó una operación sencilla. Se encontraba en el balcón de una vivienda cuyos dueños no residen en Ourense, así que fue necesaria la ayuda de un familiar, que se personó en el domicilio para abrir la puerta a los efectivos. Entre el viernes y el sábado, se habían eliminado otros ocho nidos.

Abejas en barrocás

El contraataque de la abeja gallega: pueden aprender a ahogar a las invasoras

Desde la Sociedade Galega de Historia Natural, su representante de entomología, Xosé Lois Rey, envía un mensaje tranquilizador: “É improbable que as velutinas rematen coa poboación de abellas”. Explica que incluso cabe la posibilidad de que desarrollen un contraataque, como ya lograron en otras latitudes, “onde as abellas rodean a velutina, paralízana coa calor que desprenden e a velutina abafa”. Pero, por el momento, “aquí a avespa asiática non teñen apenas depredadores, salvo o porco bravo, cando desbarata niños baixo terra, ou o falcón avelleiro”, precisa.

Actuación en el enjambre de abejas de Barrocás. (Óscar Pinal)

Por su parte, Anxo Dorrío, técnico de Medio Ambiente de Amigos da Terra, recomienda a la población que no se tome la justicia por su mano y llame al 112 en caso de divisar un nido de velutinas. Estos insectos encontraron un clima idóneo en tierras gallegas, con temperaturas suaves y humedad al igual que en su región de origen en el suroeste asiático.

El GES de O Barco retiró tres nidos de avispa de edificios en una sola jornada

En solo un día, el único bombero del GES (Grupo de Emerxencias Supramunicipal) de O Barco de Valdeorras que permanecía de guardia este domingo hubo de ocuparse de la retirada de tres nidos de avispas en otros tantos edificios de la villa barquense. Dos de ellos correspondían a Vespas velutinas y estaban fueron detectados por los vecinos en la Avenida de Florencio Delgado Gurriarán y la Rúa de Juan Giral. El tercero no era de esa especie, pero la presencia de personas alérgicas en el inmueble obligó a intervenir al grupo.

Estas actuaciones fueron realizadas estando únicamente una persona al frente del GES, lo que la obligó a reclamar la ayuda de los vecinos de los edificios para colocarse el traje especial que deben ponerse para evitar los posibles ataques de las velutinas. Una vez enfundado con la prenda, procedió a aplicar veneno en el interior del nido, del que posteriormente se deshizo arrojándolo a la basura.