El corazón espiritual de Ourense

En 1625, san Vicente de Paúl se encontró en Francia con una realidad que marcaría su vida y su obra: la miseria, la marginación, la exclusión social, el abandono pastoral y la ignorancia religiosa del pueblo. Ante aquel panorama, decidió actuar. Reunió a un pequeño grupo de sacerdotes que, poco después, sería conocido como la Congregación de la Misión.

Lo que comenzó como una respuesta local se transformó pronto en un movimiento de alcance internacional. La misión vicenciana se expandió rápidamente por Italia, Irlanda, Escocia, Polonia, Madagascar, Túnez y Argel. Hoy, cuatro siglos después, la congregación sigue presente en gran parte de los países de los cinco continentes, incluida España, donde mantiene vivo el carisma de su fundador.

Los Padres Paúles son los guardianes y rectores del Santuario de Os Milagros, uno de los símbolos marianos más potentes de Galicia. José Manuel Villar Suárez, actual rector del santuario, comenta que “desde hace más de un siglo y medio, los Padres Paúles han constituido una presencia permanente y firme en el corazón espiritual de Ourense. En este 2025, celebramos el 400 aniversario de nuestra fundación oficial (1625–2025), abrazando un Año Jubilar que se prolongará hasta el 25 de enero de 2026 bajo el lema: Buena Noticia y Caridad. Esta conmemoración internacional se enmarca también en el Año Jubilar de la Esperanza vivido en el Santuario, que nos invita a mirar el pasado con gratitud, vivir el presente con intensidad y asumir el futuro con esperanza. En definitiva, esta celebración jubilar no solo honra un legado centenario, sino que nos impulsa como Paúles a continuar profundizando y haciendo vida el carisma vicenciano con renovada energía y compromiso pastoral”.

La celebración será no solo una ocasión para recordar el legado de san Vicente, sino también para profundizar en la misión que los ha guiado durante 400 años: estar al lado de los más pobres y acompañar a las comunidades en situación de vulnerabilidad.

El rector del santuario añade que “intentamos que el Santuario mantenga continuamente, durante todo el año, su vigor como símbolo de la fe diocesana. Su mantenimiento, junto a los espacios que le son propios, nos exige estar en pendientes tanto en su conservación como en crear espacios que promuevan la evangelización y el crecimiento en la fe de quienes nos visitan. Por otra parte, también favoreciendo nuestra cultura gallega, estamos llevando a cabo una revisión y rehabilitación del museo Etnográfico y Científico “Devanceiros”, ubicado en el entorno del Santuario y el cual contiene un fondo de objetos ligados a los oficios tradicionales, al patrimonio científico y artístico de la zona. Hay en marcha un proyecto, en colaboración con el Concello de Baños de Molgas, para revisar sus contenidos y mejorar sus instalaciones, de modo que pueda ser un recurso cultural renovado y atractivo tanto para todos los que nos visitan”.

Su labor refleja no solo el compromiso con la conservación arquitectónica y patrimonial, sino también la voluntad de renovar la misión pastoral del Santuario, integrando fe, cultura y comunidad.