EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
En Lamas Carvajal la gente camina a ritmo apresurado, por la mañana da la sombra y a mediodía la piedra deslumbra por el reflejo del sol. Sin embargo, pese a la ceguera ocasional de las horas soleadas, habitualmente se oye el sonido de los acordes de un músico callejero, que toca su guitarra para interpretar sus propias canciones. También opta por una selección de pop español, un repertorio nostálgico que hace décadas dejó de sonar en la radio.
Manuel (nombre ficticio) nació en El Bierzo pero durante años recorrió las ciudades gallegas. A Coruña, Vigo, Ferrol y Santiago de Compostela fueron algunas de sus paradas temporales, pero fue Ourense su elección final. En su opinión la ciudad tiene un público amable y la afluencia constante de gente favorece su negocio. Sin embargo, el invierno se acerca y el manejo de su intrumento se torna complejo. “Tengo que calentarme las manos con el café de la mañana. Hay gente que recorta los dedos de los guantes pero yo no soy capaz de tocar así”, relata el músico. “Se hace lo que se puede, igual que el que trabaja en la obra o que un jardinero”, añade. Acto seguido, Manuel muestra la marca visible de los gajes del oficio: un callo en los dedos con los que digita los acordes. “Ves, cada profesión deja marca de diferente forma”, indica sonriente.
Este músico toca la guitarra desde los 14 años. Ahora tiene 48 y no siempre tuvo una vida de músico callejero. “Antes tocaba en locales y tenía grupos de música, pero es complicado. Llegó un momento en el que no lo pude sostener más y decidí tomar este camino”, reconoce. Y es que llegó a producir su propio vinilo, pero la crisis le impidió continuar por esta senda.
Con lo que saca en Lamas Carvajal puede cubrir sus gastos, cada día logra ganar una media de 25 euros. “Sobrevivo. No es más rico el que más tiene”, afirma.
PROBLEMAS CON LA POLICÍA
Cuando Manuel sujeta su guitarra no quita el ojo de la Plaza Mayor. Esta costumbre es una medida de alerta para no ser multado. Asegura que los agentes le dejan pedir limosna pero no tocar su instrumento. “Había una señora que recorría el centro cantando canciones de Camela y hubo varios vecinos que escribieron una carta al Concello para que interviniese”, explica el cantautor. “Desde entonces los agentes están muy pendientes de todos los que tocamos en la calle y no nos dejan, sin embargo, algunos vecinos me reconocieron que resulta absurdo que no me dejen porque no se me oye tanto”, asegura Manuel a este respecto.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
Los ingenieros agrícolas de Ourense renuevan su cúpula
Pepe Paz, presidente do Colexio de Enxeñeiros Agrícolas: “Temos que facer un novo rural con mais industrias agroalimentarias”
UNO MENOS QUE EN 2022
Ourense se acerca a su récord de colisiones provocadas por animales
CULTURA EN EL RURAL
La Red Provincial de Auditorios de Ourense alcanza los 7.500 espectadores
Lo último
DENUNCIAS DE LOS LECTORES
Cronista local | Las denuncias de los vecinos de Ourense hoy, domingo, 21 de diciembre