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Si ya es preocupante de por sí la lentitud y la morosidad del Concello de Ourense con el actual gobierno local, el futuro a medio plazo no pinta bien. Los indicadores económicos actuales esconden muchos desafíos en el horizonte, ya que hay mucho dinero por pagar “debajo de las alfombras”. Los verdaderos “muertos” no están a la luz. Según los cálculos del interventor municipal -que fue atacado esta misma semana por el alcalde-, el Concello deberá hacer frente a más de 24 millones de euros a los que las concesionarias de servicios como el agua, los autobuses, las basuras o la grúa tienen derecho en cuanto lo reclamen. Esos números no figuran en las cuentas ni en las liquidaciones de los ejercicios, pero llegado el momento habrá que pagarlo.
Es el dinero que las empresas que prestan los servicios en precario pueden reclamar a las arcas municipales
Las concesiones llevan años en precario -sin un contrato administrativo que les otorgue cobertura jurídica- y con Jácome como alcalde no se han renovado, como había prometido. Así pues, las empresas podrán reclamar sus sobrecostes en cuanto lo necesiten. El pasado mes de marzo, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) confirmó que el Concello deberá abonarle 2,3 millones a la concesionaria por sobrecostes del servicio de autobuses urbanos entre 2015 y 2018, por dar el servicio con la concesión ya caducada.
Esta situación se va a seguir repitiendo con los ejercicios siguientes y con el resto de concesionarias que, de momento, no han acudido a la Justicia a la espera de que se convoquen los concursos de las distintas concesiones y para evitar un conflicto previo. Pero podrán acabar exigiendo que el Concello pague, y con muchos intereses de demora que se están acumulando. Las concesionarias del agua y la basura podrían reclamar cantidades que superan los 10 millones de euros y que, a medio plazo, son toda una amenaza a la línea de flotación del Concello. A esto hay que unir deudas de tres millones con los bomberos o cerca de medio millón con policías, en concepto de excesos horarios.
En el pleno ordinario de agosto, se aprobó un reconocimiento extrajudicial de créditos en cuyo expediente el interventor alertaba de que hay 24 millones pendientes de pagar, cantidad que no deja de incrementarse por los intereses de demora. Como dijo en aquel pleno el portavoz del BNG, Luis Seara: “Hai un burato enorme que pode provocar o desequilibrio económico no Concello”.
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