El gran vaciado de las embalses de Ourense ya hace emerger las antiguas aldeas

Reportaje

La Hidrográfica ve “excesiva” la explotación hidroeléctrica en la provincia

Una rubia galega descansa frente al embalse de Portas (JOSÉ PAZ)
Una rubia galega descansa frente al embalse de Portas (JOSÉ PAZ)

La empresa hidroeléctrica Iberdrola sigue vaciando embalses de la provincia como el de Cenza, As Portas y O Bao hasta alcanzar mínimos históricos. Los vecinos no recuerdan el caudal tan bajo. La reserva hídrica ourensana ya es una de las más bajas de España: está al 44,79% de capacidad, dos puntos menos que la semana pasada y un 27% menos que en agosto de 2020. Mientras la energética Iberdrola frena su actividad en la presa de Cáceres tras la investigación anunciada por el Gobierno al calificar de “escandaloso” el vaciado en esta provincia y en la de Zamora, Ourense ya ve emerger las aldeas que en el siglo pasado quedaron sepultadas por la construcción de estas presas que, por otra parte, escasos beneficios han dejado en los pueblos afectados. La Confederación Hidrográfica Miño-Sil, tras días en silencio, se pronuncia ahora sobre la situación ourensana, que ve “problemática”.

La Federación Nacional de Asociaciones y Municipios con Centrales Hidroeléctricas y Embalses (Femembalses), vicepresidida por el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, también toma partido: “Exigimos que intervengan ya para cortar esta sobreexplotación”.

La sombra del elevado precio de la luz, con el precio del kilovatio disparado, pesa sobre empresas hidroeléctricas como Iberdrola. Zamora y Cáceres dieron un paso adelante denunciando el vaciado extremo de sus presas, acusando a la compañía de intensificar su actividad para producir más energía justo cuando más caro paga el recibo de la luz el ciudadano. En Cáceres comienza a llegar el agua. En Zamora han elevado las quejas al Defensor del Pueblo. Los promedios históricos de agua embalsada en Ourense también crean polémica con embalses que habitualmente están al 80% de su capacidad y ahora no llegan ni al 15%, sin motivo aparente y con mínimos que no se recuerdan ni en épocas de sequía. Con todo, el Gobierno no se ha pronunciado todavía sobre posibles investigaciones sobre el caso ourensano.

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Una familia camina por la orilla del río Camba (JOSÉ PAZ).

La Hidrográfica: "É excesivo"

“Hai dous encoros que experimentaron un turbinaxe excesivo: Cenza e As Portas. Están actuando dentro das normas de explotación, pero dende logo é excesivo e non ten en conta ningún outro criterio máis que o estritamente economista”, sostiene el presidente del organismo de cuenca, José Antonio Quiroga. “Non é razonable o que están facendo as hidroeléctricas, porque teñen que ser responsables social e medioambientalmente”, añade.

Rosendo Fernández, vicepresidente provincial, en representación de Femembalses, pide explicaciones a la Hidrográfica del Miño-Sil. “Acusamos a las empresas de tratar de enriquecerse de los recursos de nuestros pueblos, sabiendo que Ourense tiene un gran peso en los embalses. Pedimos a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y al Ministerio que intervenga ya para cortar esta situación de sobreexplotación”, explica. Las quejas formales ya habrían sido tramitadas por Femembalses a nivel global, ya que la cuenca de Castilla y León también sigue sufriendo excesos como el ourensano.

Al 15% de su capacidad

El embalse de Cenza, en Vilariño de Conso, estaba ayer al 15% de su capacidad, cuando habitualmente está casi al 70%. También en Vilariño de Conso, el de As Portas, el más grande de la provincia, sufre el vaciado drástico de agua embalsada. Estaba ayer al 15,49%, tres puntos menos que la semana pasada. En comparación con su media histórica el cambio es notable: esta presa suele estar al 76% de su capacidad. En la presa de O Bao, en Viana do Bolo, está embalsada el 58,82% del agua y, sin embargo, se pueden ver antiguas construcciones. No es de extrañar: el año pasado por las mismas fechas estaba al 90% de capacidad, casi el doble que en la actualidad. De ahí que los antiguos lagares que sepultó la construcción de la presa dejen verse en el paisaje, que ya atrae a nostálgicos y curiosos.

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