El grupo Mas Costas tomará las acciones de NCG en Meisa

La operación de Novagalicia Banco lleva aparejada la concesión de un crédito por parte de esta entidad a Mas Costas de aproximadamente 3,5 millones de euros. Esta inyección financiera permitirá iniciar la reforma de unas instalaciones muy necesitadas de mejoras. El citado crédito es prácticamente la mitad de los 7,1 millones que la Xunta estima necesarios para poner al día el complejo de montaña, según consta en el plan de viabilidad que elaboró y que dio a conocer el pasado 29 de junio, al finalizar la última junta general. En principio, la Administración autonómica no aportaría cantidad alguna, según se apuntaron la pasada semana fuentes del grupo Mas Costas, que una vez enel accionariado tomará las riendas de la gestión de la estación.

Los planes de mejora pasan por la modernización de las instalaciones de restauración, como el restaurante, los bares o el autoservicio, pero también de los alojamientos en apartamentos y bungalows. Asimismo, prevén actualizar los accesos a los remontes para evitar el tiempo de espera de los usuarios, la construcción de una pista sobre hielo, un parque de aventura, una piscina dinámica y un minigolf. Todas estas obras tratarán de crear una oferta atractiva para todo el año, complementaria de la temporada de nieve.

Las obras necesarias comenzarán, según las previsiones que hizo públicas el Ejecutivo gallego, dentro de dos meses y estarán finalizadas en el primer trimestre de 2013. Para una segunda fase de la inversión se dejó la instalación de cañones de innivación artificial, debido a las características de estos equipos, que requieren de unos estudios previos y de una tecnología más compleja. Es el capítulo más abultado de la inversión, pues supera los tres millones, según los cálculos del grupo Mas Costas. Aunque está por determinar la fecha del inicio de su actividad, la empresa prevé utilizar los nuevos cañones en el invierno de 2014, como muy tarde.

La llegada de un grupo empresarial especializado en el sector turístico, y que en 2011 facturó casi 64 millones de euros, ha sido acogido con optimismo, aunque también con cautela, por los agentes sociales y políticos de la provincia y, en particular, del oriente ourensano.