‘Si hubiera tenido el grado aquí, no habría dudado’

¿Por qué escogió esta carrera de Aeroespacial?

Por salidas laborales. Empecé a estudiar un año después de que empezara la crisis y quería algo que me asegurase el trabajo. Arquitectura estaba colapsada, Empresariales empezabas a ver que se apuntaba más gente que la que demandaba el mercado... así que opté por Aeroespacial.

¿Qué nota de corte tenía en la selectividad?

Entonces se puntuaba sobre 10, y creo que tenía un 8,5. Ahora se entra con más nota.

¿Qué le ofrece esta carrera?

Te da muchas cosas, capacidad mental; paciencia para observar problemas y aprender a resolverlos; a nivel técnico te da habilidades para entender prácticamente cualquier cosa y abarcas un campo enorme de conocimientos.

En su caso tuvo que ir a Madrid.

Si hubiera tenido la oportunidad de estudiarla aquí, no lo habría dudado. Porque, además, en Ourense estamos hablando de una clase con 50 personas, en la que habrá un trato mucho más directo con el profesor, mientras que en Madrid éramos demasiados alumnos.

Otro de los aspectos que se ha puesto sobre la mesa es la cercanía de una empresa como Coasa.

Es, sin duda, una ventaja. A nivel de materiales son punteros en el concierto internacional y a través de la Universidad puede sacar ingenieros en prácticas y fortalecerse mucho, así que esa relación a través de los programas de prácticas en empresas beneficia a ambas partes.

¿Cuáles son las posibles salidas que ofrece esta carrera?

Hay mil posibilidades, puedes especializarte en materiales para la construcción de aeronaves o puedes optar por la seguridad, el espacio... hay mil historias.

Usted escogió aeropuertos.

La normativa española no permite que un arquitecto los construya porque es zona aérea, así que es competencia de un ingeniero aeroespacial. Ves la aeronáutica desde una perspectiva global.