Jefe de Cardiología del CHUO: "Muchos enfermos del corazón dejaron de ir al médico por miedo al covid"

Este martes se celebra el Día Mundial del Corazón, siendo las enfermedades cardiovasculares la principal causa de muerte en nuestra provincia. Aunque ningún año han muerto por infarto más mujeres que hombres, la diferencia entre ambos sexos se ha estrechado con el tiempo, y si en los años 80 morían el doble de varones que de mujeres, en 2018 solo fallecieron 17 hombres más. En cuanto al número total de defunciones, el récord se dio durante el cambio de siglo, llegando a morir 316 ourensanos en 2001, más del doble que en 2018, último año del que se tienen datos, con 149 fallecimientos. La incidencia del infarto descendió gracias a unos mejores hábitos de vida, pero ahora la Sociedad Española de Cardiología ha publicado un estudio sobre el impacto del covid que concluye que durante esta pandemia se ha visto afectada la atención a las patologías cardiovasculares, aumentando tanto el tiempo de atención tras un infarto como el número de fallecimientos.

¿Con qué relaciona el aumento de muertes por infarto desde la aparición del covid?

Hay enfermos del corazón que no están recibiendo, debido al miedo, una atención hospitalaria adecuada. Las personas con patologías cardiacas sufren una doble amenaza con el covid, no solo son más vulnerables sino que ven descuidada su atención médica. Por lo tanto, debemos hacer hincapié en explicar a la gente que no deje de acudir a consulta. La gente está retrasando sus citas, no acude a su médico teniendo síntomas… Justo tras reabrir el CHUO fue cuando más se notó este miedo.

¿Tiene nuestra provincia alguna característica singular con respecto a la preevalencia del infarto?

La población está muy envejecida, por lo que es común la degeneración de la válvula aórtica, pero el perfil cardiovascular es parecido al de otras provincias de interior como Lugo.

¿Qué consejos da a sus pacientes al respecto?

Lo que dice la Fundación Española del Corazón: que deben controlar su presión arterial y niveles de colesterol, que incrementen la actividad física, al menos caminando 30 minutos 5 días a la semana, que limiten los niveles de azúcar y por supuesto que dejen de fumar, para lo que el CHUO dispone de unidades especiales.

¿Existe una relación estrecha entre el infarto y el sobrepeso?

Uno de los factores de riesgo más importantes es la diabetes, cuya aparición está a su vez muy relacionada con el sobrepeso y la obesidad, ya que al engordar el cuerpo genera resistencia a la insulina. Y cada vez hay más gente con sobrepeso, estando Galicia entre las comunidades más afectadas. Además, las personas con kilos de más tenderán a sufrir colesterol alto, tensión alta, arritmias graves… Es lo que se llama síndrome cardiometabólico. Otros factores de riesgo son una edad avanzada, la vida sedentaria, la mala alimentación, el tabaco... Cambiar los malos hábitos es clave. Hay tablas con las que calcular el riesgo de una persona de sufrir un infarto en 5 o 10 años según los factores de riesgo que cumpla.

¿Es el estrés otro factor de riesgo?

Más bien un condicionante. Con estrés, el corazón exige demandas superiores desencadenando la enfermedad. Ya decía el cardiólogo Valentín Fuster que nadie tiene un infarto por el estrés, este simplemente lo acelera.

Y, en cuanto a las paradas cardiacas, ¿por qué se producen en jóvenes que llevan una vida sana?

Suelen padecer una cardiopatía estructural, siendo muy frecuente un corazón de mayor grosor de lo normal, por lo que se produce la parada en un momento de esfuerzo. A raíz de esto, se recomienda colocar desfibriladores en centros deportivos y realizar electrocardiogramas a quienes practican deporte de alto nivel.

¿Tiene mucho que ver el desarrollo de la cardiología con el aumento de la esperanza de vida?

Es una de las especialidades que más se ha desarrollado en los últimos años. Hemos conseguido que con muchas patologías cardiacas, aún siendo crónicas, se pueda vivir de forma normal.