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Josemi Carmona, antes en Ketama, Javier Colina y Bandolero llevan desde 2016 marcando los tiempos del “flamenco-jazz”. Se juntaron, hicieron dos discos (“De cerca” y “De cerca en directo”) y hoy llegan a Ourense (Festival Primavera de Jazz, Café Latino, 22,30 horas) con “Vida”, la tercera parte de un proyecto que ya es referente en el género y con el que giraron por todo el mundo. El 8 de mayo presentarán el disco “Vida” en Madrid, pero hoy lo dan todo en la ciudad. Carmona sabe de lo que habla: su primer maestro fue el maestro de muchos, su padre Pepe Habichuela.
Desde la época de Ketama, me empecé a mover mucho por la parte de fusión. Me gustaba mucho la música brasileña, el pop, el jazz, el soul… Creo que ya hay mucho. La pequeña lucha que tengo es ponerle nombre a las fusiones que se hacen a partir de donde nacen. La fusión que nosotros hacemos nace del flamenco y hay otras que también me gustan mucho, pero nacen de otra música. Quien hace medicina es un médico. Si hay alguien que hace medicina alternativa está bien decir que no es médico.
Mi reivindicación es que los flamencos hacemos el flamenco, como el médico la medicina. Pero no es una crítica negativa, es una forma de enseñar a la gente lo que es una cosa y lo que es otra.
Es un disco instrumental. Tiene unas cuantas composiciones mías y versiones de música sudamericana, jazz, jazz antiguo... Aprendo mucho del maestro Colina y junto a Bandolero estamos con ilusión, para que la música instrumental tenga su sitio.
Es un disco para la gente que le guste la música profunda, que intenta emocionar… Utilizamos el instrumento como vehículo para mover los sentimientos de las personas. Soy un admirador de Colina, uno de los mejores bajistas del mundo. Al que le guste el flamenco y el jazz y la música instrumental le va a gustar el concierto.
Creo que hay muy buena música. En el flamenco, hemos vivido una época superdorada, de Paco, mi padre, Camarón... Y han marcado mucho a las generaciones que hemos venido después. Pero hay un puñado de gente muy buena. Otra cosa es la industria. El talento está escondido por la música más comercial, que está bien, pero es importante que la música más profunda tenga su sitio y hay que luchar por ello. Porque el flamenco es la bandera que al resto del mundo le gusta de nosotros.
Por supuesto. Es un referente. No solo para mí, para un puñado de guitarristas. Su sonido, su forma de vivir el flamenco, que es una forma de vida. Es alguien muy especial. Yo aprendo mucho de él. Soy un tipo con suerte de tenerlo.
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