Manuel Bolaño, Jefe de Personal Subalterno del CHUO: “Con la masiva incorporación de la mujer tuvimos cambios en positivo”

Manuel Bolaño Pérez había estudiado Electrónica, pero su carrera profesional la desarrolló en el mundo de la Sanidad. Actualmente es jefe de Personal Subalterno en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO).

¿Cuándo inició su carrera en la Sanidad?

Entré en febrero del año 1992, en Aranda de Duero, en Burgos, cuando todavía estaba el Insalud.

¿Cuánto ha cambiado en este tiempo el mundo de los celadores?

Lo cierto es que ha cambiado un 100% en estos más de 30 años. En aquellos años 90, la mayoría, casi todos los celadores, eran hombres, y fuertes, para poder mover las camas, las camillas, el material, que era ciertamente pesado. Eran contadas las mujeres en aquellos años, podríamos hablar tranquilamente de una proporción de un 80% a favor de los hombres.

¿En qué se tradujo la paulatina incorporación de la mujer como celadora?

Gracias a la incorporación de la mujer se han producido cambios en positivo, como la incorporación de las grúas para levantar al enfermo de la cama, que antes con un politraumatizado necesitabas a lo mejor cuatro celadores, o la aparición del transfer para trasladar a un enfermo de una cama a otra, o a una mesa de quirófano, que antes también necesitabas dos o tres celadores.

¿Cómo ha sido esa incorporación progresiva de la mujer?

A día de hoy, el porcentaje de celadores en la provincia debe estar en un 58% a favor de la mujer, y hace escasamente uno o dos años superaba el 60%; en el último año, con las mejores condiciones, varios jóvenes han apostado por esta rama. También hay mucha más gente, que habrá como 1.500 personas en la lista de contratación.

¿Se ha dignificado la profesión de celador?

Ahora te tienen más en cuenta. Antes, el celador era poco menos que el chico que llevaba las camas de un punto a otro del centro hospitalario, pero ahora te tienen más en cuenta en el equipo de trabajo.

¿Qué le gustaría que mejorara de cara al futuro?

Tener una formación más reglada, que nuestro estatuto es del año 71. Ya no somos sólo una persona que tira de una camilla.