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MIGRACIÓN
Solo las comarcas de Ourense y la de Allariz-Maceda han sido capaces de atraer en el último lustro más población de la que se les ha fugado, mientras que en el período entre 2007 y 2011 eran siete de las 12 comarcas de la provincia las que lo hacían, según reflejan los datos publicados recientemente por el Instituto Galego de Estatística (IGE), que incorporan los relativos a 2016.
Las crecientes dificultades laborales y económicas propiciadas por la crisis económica están causando que las oportunidades se concentren en el ámbito del concello de Ourense, como reflejan recurrentemente expertos en materia demográfica como el profesor del Campus Alberto Vaquero. No obstante, el saldo positivo que presenta el saldo de la ciudad también ha sufrido un importante parón, pasando de la cifra de 4.478 conseguido entre 2007 y 2011 a la de 1.907 en los últimos cinco años.
Este retroceso ha provocado que el conjunto de la provincia haya pasado a ser exportadora de población, algo que no sucedía en el período de cinco años anterior, en el que se ganaron casi 6.500 personas en los fenómenos migratorios.
Por lo que respecta a Allariz-Maceda, pese al evidente problema de éxodo poblacional, logró cerrar el último lustro con 29 personas que han fijado su residencia en alguno de sus concellos más de los que decidieron dejarlos. La comparación con los cinco años anteriores, sin embargo, refleja que el balance arrojaba un resultado positivo de más de 600 personas.
No es esta, pese a todo, la disminución más elevada en los saldos migratorios comarcales. La sangría poblacional se ha cebado con las áreas que se articulan alrededor de las principales villas de la provincia, con únicamente la de Valdeorras mostrando un comportamiento que invita, en cierta medida, al optimismo.
De esta forma, la evolución entre los dos últimos lustros refleja que, por ejemplo, en Carballiño, se ha pasado de un saldo positivo de 643 personas a uno negativo de 434; en A Limia de uno de 209 a -732; en Terras de Celanova, de 93 a -712; y en Verín, de 1.161 a -462.
Casos preocupantes
Especialmente preocupante es la situación de las comarcas de Terras de Caldelas y Terras de Trives, únicas de la provincia que no han sido capaces en la última década de cerrar un ejercicio con un saldo migratorio positivo. Por su menor tamaño de población, los resultados que arrojan entre 2007 y 2016 son de -329 en el caso de Caldelas y -217 en Trives. La última vez que la primera recibió más habitantes de los que hicieron la maleta fue en 2002 (+10), mientras que la segunda lo consiguió en 2005 (+7).
Otras zonas de la provincia especialmente damnificadas por el enjevecimiento y el problema demográfico, como A Baixa Limia o Viana, ofrecen una de cal y otra de arena durante el último decenio. En lo que respecta a la zona limiana, cerró 2016 con un saldo positivo de 15, aunque el balance global refleja un resultado negativo de 486 desde 2007, con tres años con más inmigración.
Mientras, la comarca de Viana se mueve en cifras más equilibradas, con apenas variación entre salidas y entradas, acumulando un déficit en una década de 73 residentes.
Una de cada tres salidas en Ourense y Valdeorras son intracomarcales
Los flujos migratorios en la provincia difieren notablemente en cada una de las comarcas, según los datos que aporta el IGE correspondientes al año 2016. Es reseñable, por ejemplo, como en las áreas de Ourense y Valdeorras, una de cada tres salidas que se producen son para instalarse en concellos de esas mismas comarcas, mientras que deciden fijar su residencia en otro lugar de la provincia un 17% de los emigrantes en el caso de Ourense y un 9,7% en lo que respecta a los valdeorreses.
Son, sin embargo, más apegados a la provincia aquellos que dejan su concello en las comarcas del sur de la provincia -Celanova, A Limia y A Baixa Limia-, donde el porcentaje de emigrantes que no abandonan Ourense asciende por encima del 60%.
La situación es radicalmente distinta, por otro lado, en Verín y Viana, donde el tipo de emigración está orientada hacia más allá de los límites de Galicia. En el caso de la comarca verinense, la mitad de los que decidieron hacer las maletas se marcharon a alguna provincia de España (un 26%) o al extranjero (un 24%).
Este flujo es más extremo entre los residentes de algún concello de Viana. En esta comarca, un 36% de los que salieron de su casa se instaló en otro país, mientras que un 19% lo hizo en una provincia no gallega.
Por lo que respecta a la comarca de O Ribeiro, uno de los desplazamientos más frecuentes que suelen realizar los vecinos que hacen las maletas es fuera de Ourense, pero dentro de la Comunidad. Es la única comarca de la provincia que supera el 20% en este tipo de emigración, situándose concretamente en el 23,34%.
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