Ourense no tiene novicias: hay 52 monjas menos en un lustro

El envejecimiento y la crisis de vocaciones merman las comunidades de vida consagrada en la provincia de Ourense

Clarisas de Vilar de Astrés, monjas de clausura, en el convento.
Clarisas de Vilar de Astrés, monjas de clausura, en el convento.

La falta de relevo generacional no solo afecta a la construcción o al transporte en Ourense. La provincia atraviesa una crisis vocacional en las comunidades de vida consagrada -religiosos, monjes y monjas-, que en cinco años han perdido un total de 64 miembros, la mayoría femeninos: hay 52 monjas menos que en 2017, según el Padrón de Vida Consagrada de la Diócesis de Ourense al que ha tenido acceso este periódico. La Diócesis ha tenido que despedir en los últimos años, fundamentalmente por envejecimiento y fallecimientos, a más de medio centenar de religiosos. Además, han desaparecido hasta cinco comunidades al completo. La peor crisis será la generacional: en la actualidad, no hay novicias -personas que tomaron el hábito pero no han profesado todavía la religión- en Ourense. Sí hay aspirantes y postulantes, dos fases previas al noviciado en las que las monjas tienen un primer contacto con la comunidad religiosa, pasan a vivir al convento y empiezan a formarse en esta opción vital.

El descenso es significativo si se tiene en cuenta el número de personas dedicadas a la vida consagrada en la Diócesis. En 2017 eran 423 y ahora son 359, 64 menos en apenas cinco años. Además, han desaparecido al completo cinco congregaciones: las Carmelitas de la Caridad se han fundido en una sola congregación -había dos-, igual que los Salesianos de Allariz, cuya mayoría de miembros se han trasladado a la comunidad en Ourense. Por otro lado, se han desintegrado las comunidades de las Franciscanas Misioneras de Celanova, que eran siete; las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de O Carballiño, que eran 14 y los Hermanos Maristas de la rúa Bedoya, que eran 4. La mayoría de estas comunidades desaparecieron por fallecimiento o edad avanzada de sus miembros. Los que quedaban se repartieron por congregaciones de toda España.

29 comunidades

La Diócesis de Ourense tiene 29 comunidades de vida consagrada en la actualidad, cinco menos que en 2017. La más numerosa es la de la Alianza en Jesús por María, que tiene 36 miembros. De hecho, rompe la tendencia porque son cuatro monjas más que hace un lustro. Le siguen en número las Siervas de San José de A Valenzá, con 26 monjas. También superan la veintena de miembros las Misioneras del Divino Maestro, en Montealegre. El resto de congregaciones no alcanza los 20 miembros. De hecho, hay hasta 14 comunidades que resisten con menos de una decena de miembros. Es decir, la mitad de las comunidades de la Diócesis de Ourense no superan los 10 religiosos.

En cuanto a la tipología, la mayoría de las comunidades en Ourense es femenina. Hay hasta 311 monjas en la provincia, frente a las 363 que eran en 2017. En el caso masculino, son 48 monjes frente a los 60 que había hace un lustro.

Las comunidades de vida consagrada más pequeñas son las de los Padres Franciscanos, con 3 miembros, y las Hijas de la Divina Providencia, también tres.

Oseira alberga esperanza: dos novicios se preparan para ser monjes

La mayoría de comunidades religiosas de vida consagrada de la Diócesis de Ourense tienen miembros de edad avanzada, uno de los principales problemas ante la falta de relevo que ya se acusa desde hace tiempo.

Este mes de febrero, el Obispado celebró la Jornada de la Vida Consagrada, con el lema “Dios caminando en esperanza”.

El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, invitó a “contemplar el talante y el horizonte de los que se consagran a Dios caminando en esperanza para ser cada día apóstoles del reino, levadura en la masa, semilla en la tierra, sal en el guiso y candelero en lo alto”.

El relevo generacional no es fácil en la Diócesis de Ourense. En el caso femenino, no hay novicias en ninguna de las comunidades religiosas, aunque será temporal: sí hay aspirantes y postulantes, los pasos previos. En el caso masculino, en el monasterio cisterciense de Oseira, existen dos miembros novicios. Es decir, se preparan para ser monjes, un periodo que se puede extender desde unos meses hasta varios años.

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