Una persecución hollywoodiense por las calles de Ourense

Gregorio Aguado Prado, de 44 años, fue detenido ayer tras empotrar su coche contra un taller después de protagonizar una espectacular persecución policial por el centro de la ciudad, durante la que lesionó a dos policías nacionales y causó daños en tres coches, uno policial.

La persecución comenzó a las 12,35 horas cuando una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Comisaría establecía un control de vigilancia en la avenida de Zamora, en Mariñamansa. Durante la vigilancia, los agentes localizaron a Gregorio Aguado al volante de un vehículo Volkswagen Polo. La patrulla decidió pararlo, dado sus antecedentes policiales (ya fue detenido en 14 ocasiones por diversos delitos). Pero el arrestado no sólo no obedeció sino que pisó el acelerador y escapó a toda velocidad por la avenida de Zamora.

Los policías alertaron de la fuga a la central, uniéndose a la persecución todas las patrullas que estaban en la calle (tres), incluidas las de la Policía Local (seis).

La más cercana estaba en el Jardín de O Posío e intentó cerrarle el camino con el coche policial, pero el conductor tampoco se detuvo y lo arrolló. En O Posío, continuó su aventura por la calle Marcelo Macías, donde colisionó contra un turismo. El fugado no respetaba la señalización semafórica, las direcciones prohibidas, llegando a subirse a isletas y aceras. Nada más rebasar el puente de Marcelo Macías, giró hacia la avenida de Portugal, siempre con los policías detrás haciéndole señales de que se detuviera. Recorrió la avenida de Portugal, donde colisionó con otro coche, hasta el cruce con la calle Ervedelo. Los agentes intentaron acortar camino por la plaza de O Couto y la calle Vila Real. De hecho, lograron taponar la calle Ervedelo, pero el fugado giró el volante y continuó por la calle Dalí hasta la rotonda con los Remedios. Aquí se encontró con varios coches de particulares, y optó por circular en dirección prohibida por la glorieta, en la que, tras subirse a la acera, perdió el control del coche y se empotró contra un taller mecánico. El impacto provocó que el automóvil comenzara arder, por lo que tuvieron que intervenir los bomberos.

El conductor terminó con los huesos del hombro dislocados y fue trasladado al CHUO. Los dos policías también fueron atendidos en un centro médico. El Sindicato Unificado de Policía ya anunció que se personará como acusación particular en el proceso judicial por conducción temeraria, daños y lesiones .

Los agentes no encontraron droga en el vehículo, ni objetos sospechos de actividad delictiva.