Pilar Cernuda, periodista: "Me dan miedo quienes quiere reformar la Constitución española"

El pasado 9 de diciembre, la Fundación Carlos Casares y el Concello de Xinzo de Limia decidían otorgar el Premio Carlos Casares de Xornalismo Literario a la periodista Pilar Cernuda, como reconocimiento a su amplia trayectoria profesional. La periodista estará en el Casino Antelano este viernes, 20 de diciembre, para recoger el galardón y presentar su último trabajo, “Lo que yo recuerdo”, en el que hace un repaso a sus más de 50 años de profesión.

¿Qué significa para usted recibir este premio?

La mayoría de los premios son un honor que recibes con mucha satisfacción, porque piensas que algo bueno tiene que tener tu trabajo para que te lo den. Estoy encantadísima. Es un premio creado por gallegos, que tiene un nombre como Carlos Casares, a quien tuve el honor de conocer. No muy profundamente, porque yo vivía en Madrid, pero iba muchísimo a Vigo, donde él vivía. Era una persona de muy buen trato, y le consideré amigo casi desde el primer momento.

¿Cree que le habría gustado a él estar para entregárselo?

Seguramente. El propio Ayuntamiento de Xinzo le reconoce como un referente de la literatura en Galicia, y eso le habría gustado, y luego porque como dije éramos amigos, y le habría gustado dármelo. No tuvimos una relación intensa, pero las veces que nos vimos tuvimos un trato muy cálido.

¿Qué significa para usted este reconocimiento a su carrera?

Prefiero que me los den cuando aún estoy en activo que cuando ya no puedo escribir. Soy consciente de que he tenido una trayectoria larga, y que esta se acaba. No hago más que decir a la gente de mi entorno que cuando vea que pierdo facultades me lo diga, que me retiraré a leer. Pero he tenido la suerte de recibirlo en activo.

Las frases

“No tengo la menor admiración por el presidente del Gobierno”.

“Consideré a Carlos Casares mi amigo casi desde el primer momento”.

“Veo déficit de formación en las nuevas generaciones de periodistas”.

¿Cómo ve usted a la profesión periodística?

Con mucha reticencia. Siempre digo que yo soy del plan antiguo, tanto desde el punto de vista social como profesional. Mi hija me hace tener los pies en la tierra y me hace entender los cambios sociales que hace 50 años serían más difíciles de asumir sin algún tipo de reticencia.

Lo que más me ha costado asumir son los cambios en la política. Pertenezco a una generación privilegiada, que vivimos la Transición, con políticos que eran de una grandeza personal admirable, y de una generosidad fuera de serie. No siempre con mucha formación, pero sí con un sentido patriótico. Que les importaba España y los españoles. Empezando por una Constitución en la que todos estuvieron de acuerdo en que tenían que estar todas las fuerzas políticas. Fue un milagro y una heroicidad.

Cuando veo lo de hoy, me echo a llorar. No tengo la menor admiración por el presidente del Gobierno, al que conozco bien, y siento vergüenza muchos días al ver las decisiones que toma, por qué las toma y con quién las toma. Me produce una profunda tristeza.

Y ahora se habla de una reforma constitucional.

Después de 50 años que son casi los que tiene la Constitución, es lógico que tenga algunas reformas. Lo que me asusta es que pretenden hacer una reforma constitucional personas que no quieren a España, y pretenden volcar en ese texto sus frustraciones y objetivos sin pensar en los demás. Más que la reforma de la constitución, me preocupa quiénes van a hacerla.

¿Y qué consejos le daría a la nueva generación de periodistas?

Que lean y que se formen. Que aprendan sobre la historia. Veo mucho déficit de formación en las nuevas generaciones.