Satisfacción en el Banco de Alimentos ante la generosidad ciudadana

El Banco de Alimentos de Ourense cerró ayer una nueva edición de la "Gran Recogida", la campaña solidaria a través de la que el colectivo recibió alimentos aportados desinteresadamente por ciudadanos en supermercados, negocios y organizaciones de toda la provincia.

La inmensa cantidad de comida recogida durante los dos días en los que la iniciativa estuvo en marcha dificulta contabilizarla con exactitud hasta dentro de unos días. No obstante, el presidente del Banco de Alimentos, Cecilio Santalices Mourille, estima que "se han pasado holgadamente los 100.000 kilos", sin descartar que la cantidad final haya superado los 140.000 que se habían marcado los organizadores como reto para este año.

Además de la respuesta de los particulares a la hora de proporcionar comida para las familias necesitadas de la provincia, Santalices también aplaudió el trabajo de los voluntarios que colaboraron con el Banco de Alimentos para organizar esta campaña. "En algunos sitios no teníamos suficientes petos para todos", explicó el presidente de la entidad, que cifró en más de 300 las personas que colaboraron en los puestos de recogida durante el viernes y el sábado.

Cecilio Santalices manifestó una profunda satisfacción por el funcionamiento general de la "Gran Recogida" y, sin negarse a reconocer errores puntuales como "no haber podido estar en todos los sitios que hubiésemos querido", avanzó que el próximo año "seremos capaces de mejorar aún más el diseño de una campaña en la que se asigne a cada uno unas responsabilidades concretas".

Los alimentos recaudados, todos ellos productos no perecederos, servirán para ayudar a unas 12.000 familias en toda la provincia. El presidente del Banco de Alimentos ourensano explicó que la comida donada "nos dará un colchón importante de cara al mes de diciembre, que es el de mayor movimiento de todo el año". "Las donaciones ayudarán a mucha gente y harán mucho bien", agradeció Santalices Mourille.