EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
Un padre y sus dos hijos la emprendieron con el equipo sanitario que acudió al poblado de A Cuña, en la ciudad, para asistir de urgencia a la esposa y madre de los inculpados. La unidad móvil asistencial del 061 se presentó en el lugar para atender a una mujer que se encontraba en parada cardiorespiratoria. La familia perdió los nervios hasta el punto de agredir al médico y provocar daños en la ambulancia. Incluso hubo palabras que sonaron a amenaza grave. “Si no salváis a mi madre no salís vivos de aquí; os vamos a matar a todos”. Los profesionales tuvieron que realizar una maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP) en medio de amenazas y mucho miedo. El lugar en el que estaban era muy pequeño y no había escapatoria posible.
Los hechos que fueron denunciados y judicializados en Instrucción 2 sucedieron el 6 de febrero del pasado año sobre las seis de la madrugada. Un vehículo de Ambulancias As Burgas se personó en la calle Cuña da Cima para atender a María M.M. Hasta ese lugar se trasladó el médico, un enfermero y dos técnicos de emergencia. Según los denunciantes, familiares de la mujer asistida “amenazaron, hostigaron y golpearon” a los profesionales “de forma conjunta e injustificada”. Al llegar, según esa versión, ya los recibieron con el bastón levantado, y con el mismo golpearon el capó de la ambulancia (los daños fueron tasados en 347 euros). El recibimiento, tras bajarse de la ambulancia, no fue mucho mejor. El médico recibió un manotazo en la espalda, que le provocó un eritema en el omóplato derecho por el que tuvo que recibir asistencia sanitaria con fines diagnósticos y aplicación de medidas analgésicas y antiiflamatorias.
Las labores de reanimación de la paciente, durante 20 minutos sin opciones vitales, se realizaron bajo amenazas de muerte al equipo médico. Además, según la acusación particular, “portaban objetos contundentes, palos, varios de ellos”.
Los profesionales reconocen que vivieron con angustia lo sucedido. Prueba de ello es que activaron el Código Charly a la central de emergencias para que acudiera de inmediato la policía. Todo ello, sin que se dieran cuenta los denunciados por miedo a que reaccionaran de forma violenta. Para colmo, la policía tardó en llegar por los datos imprecisos de la ubicación y las complicaciones para acceder al lugar.
Tanto la fiscalía como el Sergas acusan a José S.J. así como a los hermanos Ezequiel y José S.M. por un delito de atentado a funcionarios sanitarios, otro de amenazas y dos delitos leves (lesiones y daños).
La acusación particular eleva las peticiones a dos años y medio de cárcel y dos meses multa (8 euros día). A José le añade otros dos meses más por los daños en la ambulancia que se desplazó al lugar
Más insultos y menos agresiones con el covid-19
Las agresiones al personal sanitario constituyen un delito de atentado. El pasado año, con motivo del covid-19, hubo menos (3) pero aumentaron los incidentes relacionados con insultos y amenazas en atenciones teléfonicas en Atención Primaria, tal como reconoció el Colegio Médicos de Ourense con motivo del Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y Sanitarios. Aunque a nivel colegial solo constan 14 agresiones en Galicia el pasado año, son más porque, según reconoce el ente, no todas se comunican. Las médicas son las más perjudicadas ya que centran la más de la mitad de los incidentes denunciados (575).
Contenido patrocinado
También te puede interesar
EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
Los ingenieros agrícolas de Ourense renuevan su cúpula
Pepe Paz, presidente do Colexio de Enxeñeiros Agrícolas: “Temos que facer un novo rural con mais industrias agroalimentarias”
UNO MENOS QUE EN 2022
Ourense se acerca a su récord de colisiones provocadas por animales
CULTURA EN EL RURAL
La Red Provincial de Auditorios de Ourense alcanza los 7.500 espectadores
Lo último