El termalismo de Ourense no recuperará músculo hasta mediados de 2024

La obra de reconstrucción de la Chavasqueira continúa sin fecha fija y con un coste mucho mayor debido a la inflación

Vista de A Chavasqueira, desde el paseo termal.
Vista de A Chavasqueira, desde el paseo termal.

La obra de reconstrucción, todavía sin fecha fija hasta que el Concello desatasque los informes desfavorables, podría superar el medio millón de euros de presupuesto. En 2019, el coste estimado era superior a los 450.000 euros, si bien la espiral inflacionaria actual hace prever un sustancial aumento de costes. La instalación, de acuerdo al anteproyecto presentado y aprobado por la Hidrográfica, será similar a la que ya había, aunque con cambios respecto al modelo original para adaptarse a las nuevas normativas.

Las principales modificaciones se deben a la adaptación en materia de accesibilidad, eliminando barreras arquitectónicas para facilitar el acceso de personas con discapacidad. También se incluye una sala médica, para adecuarse a la normativa sanitaria de la Xunta, así como un nuevo sistema antincendio (mediante la aspersión de agua) para evitar sucesos similares al acaecido hace mañana cuatro años. Otra de las novedades incluidas en el proyecto es la obligatoriedad de que el proyecto esté adaptado al riesgo de inundación por las crecidas del río Miño -al estar en zona inundable-, exigiendo unas condiciones concretas de accesibillidad para los servicios de emergencia y advirtiendo de que ni la Hidrográfica ni Naturgy -concesionaria de la presa de Velle, aguas arriba- serán responsables de los posibles daños de futuras crecidas.

Los cambios en la normativa, que obligaron a modificar el anteproyecto inicialmente presentado por la empresa, fueron la primera causa de retraso en el proceso para reconstruir A Chavasqueira. Al principio, se estimaba que el permiso de la Hidrográfica llegaría en junio de 2021, pero los cambios que hubo que realizar para adaptarse a la nueva normativa, dilataron hasta abril de 2022 la concesión de la autorización -la CHMS tenía hasta 18 meses para resolver, por lo que cumplió plazos-. Después del verano, el Concello aseguró que en noviembre estaría la licencia y que en enero podrían empezar las obras. Nada más lejos de la realidad. Ahora, los problemas se concentran en el interior de la Casa Consistorial.

Mientras, la ciudad sobrevive con un solo balneario al aire libre (Outariz), y parte de las termas de la ribera del Miño cerradas al no estar en temporada alta, según argumenta el Concello. La piscina de As Burgas, a punto de ser adjudicada, no estará reformada hasta 2024.

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