Tiendas pop-up: Ourense se llena de artesanía por Navidad

LO EFÍMERO EN ÉXITO

Las tiendas efímeras -o pop-up- han pasado de ser completas desconocidas para convertirse en todo un éxito que se puede encontrar de manera temporal ya por diferentes calles ourensanas.

Raquel Estévez, Lilia Méndez y Belén Outeiriño.
Raquel Estévez, Lilia Méndez y Belén Outeiriño.

El pequeño comercio se encuentra en proceso de cambio en un constante intento de supervivencia. Parece que una de las tendencias que ha conseguido acaparar la atención de los consumidores reside precisamente en el carácter temporal que traduce lo efímero en éxito. Tiendas pop-up. Así es como se llaman estos espacios comerciales instalados en distintos lugares durante breves periodos de tiempo.

Este mes de diciembre, Ourense abre las puertas de varios locales que siguen esta tendencia en la calle Alejandro Outeiriño y en Ramón Cabanillas, permitiendo que los consumidores disfruten de una experiencia personalizada que no durará más de unos días, semanas, o -en algunos casos- meses.

Innovación es lo que se puede encontrar en la tienda de Raquel Estévez, en Ramón Cabanillas, que abre una pop-up de artesanía en Navidad y cierra sus puertas pasado el día de Reyes.

El concepto de tienda efímera llegó a ella “un poco por azar” y se convirtió en un referente en la ciudad, con productos para los amantes de “las cosas con historia”. Aunque en un primer momento Raquel abrió su tienda con carácter anual, cuando se desvinculó de su socio se vio más limitada para mantenerla todo el año: “Ya no podía viajar y dedicarme a otros proyectos, además de que la artesanía tampoco es un producto que se venda todos los días”. Con la tienda pop-up, ahora cuenta con “una clientela que espera con ansias la apertura”.

“En Ourense es difícil mantener una tienda de artesanía todo el año. Estamos acostumbrados a todo lo industrial, todo en cadena…”

Lo mismo sucede en el caso de Belén Outeiriño, que abrió ayer sus puertas hasta el 15 de enero en Alejandro Outeiriño. Hace más de 30 años que se dedica a vender “cosas diferentes y hechas a mano”, que adquiere en sus diferentes viajes por el mundo. Para ella, la falta de rentabilidad durante gran parte del año fue el empujón que necesitó para pasarse al universo de las tiendas efímeras, aunque lo hizo con algún obstáculo: “Al principio me era muy difícil encontrar locales. Yo siempre me ofrecía a pagar por adelantado y aun así me costaba trabajo”. Sin embargo, parece que el paso del tiempo ha ayudado y “ya se nota el cambio” en Ourense.

Un cambio promovido por personas como Lilia Méndez, quien desde hace algunos años, además de contar con su propio proyecto personal, se dedica a alquilar un local de manera temporal a quienes comparten su filosofía: “Artistas, artesanos y marcas sostenibles, principalmente de ámbito local”. Para ella, incentivar este tipo de iniciativas cuyo nicho de mercado todavía no está cubierto en Ourense, ayuda a conocer “de dónde vienen las cosas y quién está detrás”, además de ser un apoyo para quien “no se puede permitir pagar un alquiler a largo plazo porque no tiene garantías”. Aunque “hace unos años nadie sabía qué era un pop-up”, ahora “incluso hay marcas de la ciudad que quieren hacerlo”.

Aceites esenciales, demostraciones de hostelería o una puesta en valor de la artesanía contemporánea local serán algunos de los proyectos que se encontrarán quien paseen durante los próximos meses por calles como “la más desconocida y rica de Ourense”, Alejandro Outeiriño.

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