La Vía da Plata busca en Año Santo recuperar el esplendor

El Camiño Mozárabe-Vía da Plata, que recorre la provincia de Ourense de sureste a noroeste, está en crisis y la Xunta de Galicia se ha puesto como reto revertir esta situación. El año pasado se cerró con 4.046 peregrinos en esta ruta, apenas el 2,26% de todos los que realizaron algunas de las vías para hacer el Camino de Santiago. Una cifra ínfima que demuestra que el Camino ourensano pierde protagonismo. En lo que va de 2022, se han entregado un total de 10.200 Compostelas, pero apenas un 3% de los usuarios la obtuvieron tras completar la Vía da Plata, es decir, poco más de 300 peregrinos.

El año pasado cerró en séptimo lugar en el ranquin y este año ocupa el sexto. “Desde o Goberno galego quérese reverter impulsando este trazado a través da mellora da súa infraestrutura e da súa promoción”, reconocían ayer desde la Vicepresidencia Primeira de la Xunta, empezando con iniciativas coma la que desde ayer tiene a seis “influencers” gallegos realizando esta ruta para promocionarla en sus redes. La situación lleva años a la baja, aunque es la primera vez que el gobierno autonómico reconoce abiertamente que esta vía está en crisis.

El año pasado tuvo solo el 2,26% de los peregrinos, en 2020 solo el 2,1%. Un año antes, en 2019, y todavía sin la llegada del covid, apenas el 2,65% habían elegido la Vía da Plata, frente al 2,8% de 2018 o el 3% de 2017. El declive cobra mayor importancia si se echa la vista un poco más atrás. En 2011, el Camino ourensano acogía al 4,4% de los peregrinos, mientras que cuando se empezaron a desagregar datos, en 2004, acaparaban casi el 5,5% de los visitantes. Hace 15 años, la Vía da Plata era el tercer recorrido más usado, años después cayó al cuarto puesto y hoy en día oscila entre la sexta y la séptima posición, lo que da cuenta del declive.

La Xunta acaba de sacar a concurso además por casi medio millón de euros la mejora de los trazados alternativos de la Vía da Plata, hasta ahora bastante olvidados. Son el trazado por Os Pelamios (Xunqueira de Ambía), Costiña de Canedo (Ourense, Amoeiro y Vilamarín) y Oseira (Cea, Piñor y Dozón), que también acaba de estrenar albergue.