Voto en blanco, nulo o abstención: ¿Cuáles son las diferencias?

Este domingo 28 de mayo tienen lugar las elecciones municipales, en las que cada votante tiene una amplia gama de posibles elecciones para su voto. Pero estas decisiones no se centran solo a partidos políticos, pues también existen otras opciones, siendo estas la abstención y el voto en blanco. Algo que también puede ocurrir, pero que no suele ser decisión del votante es el voto nulo. A pesar de que parezcan lo mismo pues las tres opciones suponen que ese voto no contabiliza para ninguno de los partidos, existe una gran diferencia entre las tres opciones, afectando cada uno de ellos al resultado total.

El voto en blanco y sus consecuencias en las elecciones

El voto en blanco es una clara muestra de desacuerdo. Supone que, de todos los partidos que se presentan, no estás de acuerdo con ninguno de ellos, pero no por ello quieres dejar de ejercer tu derecho al voto.

A pesar de que este voto no contabilice para ningún partido en concreto, los votos en blanco benefician a los partidos grandes por el Sistema D´Hondt, el sistema de reparto de escaños utilizado en España. Según este modelo, el cálculo de escaños es un cociente del número total de votos recibidos entre el número de escaños que cada lista se ha llevado por el momento más uno.

El voto nulo y causas de la nulidad

El voto nulo no siempre es causado a propósito, pero cuando sí es el caso, suele deberse a un modo de protesta. Esto puede deberse a una acción incorrecta o sospechosa que puede suponer la invalidación del mismo voto o incluso de toda la urna. En otras ocasiones, esto se debe a la introducción de una papeleta nula: una alineación de fútbol, una carta protesta o incluso una loncha de chorizo.

Este tipo de voto no computa, por lo que no supone un beneficio para ninguno de los partidos que se presentan.

La abstención y los motivos para la abstención en las elecciones

La abstención es la ausencia de voto, el no llevar a cabo el derecho al sufragio. Esto puede deberse a muchas causas, como por ejemplo, el no querer votar a ningún partido pero tampoco querer votar en blanco, pues esto beneficia a los partidos grandes a causa del Sistema D´Hondt.

En algunas regiones, la abstención esta castigada por ley, en España, que no está castigada, la abstención supone de media el 26% de los habitantes.

Diferencias entre voto en blanco, nulo y abstención

Estas tres opciones no suponen un voto que contabilice para ningún partido político, sin embargo, algunos afectan a que la balanza se incline en una dirección. Estos son los votos en blanco, que, debido a que contabilizan a la cifra total de sufragio, no contabilizan para ningún partido, haciendo así que sean beneficiados los partidos más grandes.

Esto se debe a que al aumentar el número total de votos, cada escaño supone una mayor cantidad de votos, algo que dificulta que los partidos más pequeños tengan representación, facilitando así a los partidos grandes alcanzar mayorías.

Por otro lado las abstenciones y los votos nulos no contabilizan para el sufragio, manteniendo la elección igual pero aumentando la estadística o bien de abstenciones o a la de votos nulos, sin afectar en ninguna medida a los resultados.