Un siglo después de su inicio oficial como profesión, la enfermería ourensana celebra su cien aniversario en el día de San Martiño, inaugurando una estatua y presentando un libro recopilatorio en un acto lleno de historia, arte y reconocimiento.
A última hora de la mañana, los representantes de autoridades locales, del Colegio Oficial de Enfermería, de la Xunta y del Sergas se reunían -respetando distancias- en los jardines del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense para reafirmar la vital importancia del trabajo de la enfermería, mientras una violinista amenizaba con melodías solemnes.
Una vez dispuestos, Ascensión Pérez, presidenta de la organización colegial, tomó la palabra y, en medio de sonoros aplausos, inauguró la escultura "Lux Aurea", un monumento de más de tres metros consistente en el moldeado y soldadura de acero pulido que, en palabras del autor, Gonzalo Eiriz, "representa la silueta de una enfermera hecha con formas circulares", detallando la complejidad de la obra: "Tiene el mejor acero del mercado, y a pesar de encontrarme con alguna dificultad en su realización, que ha durado varios meses, el resultado ha sido el esperado", asegura.
Pérez también mostró su satisfacción, definiendo la talla como "una pieza distinta a su entorno y de libre interpretación, que cambia su significado según la perspectiva", y reivindicando en el atípico aniversario que "desde marzo, a enfermaría, xunto co personal sanitario, deixaron clara a súa vocación: os coidados da sociedade, sen importar as circunstancias e manténdose firmes no desenvolvemento das súas labores profesionais".
Tras una serie de declaraciones de los asistentes destacando acontecimientos decisivos de la historia de la enfermería y su total agradecimiento al colectivo, Gabriel Alén, delegado territorial de la Xunta, valoró que los sanitarios "forman equipos líderes en resposta, demostrando profesionalidade absoluta; aportando o seu coñecemento, experiencia e empatía", y finalizó su intervención deseando que "estes cen anos sexan o comenzo dun camiño nunca acabado".
En los últimos compases, se presentó el libro "Cien años de historia del Colegio Oficial de Enfermería de Ourense", del escritor Carlos Álvarez -una recopilación de toda la documentación existente que hace un recorrido de la organización desde su creación en 1920-, y desde el organismo colegial homenajearon a la representación de los trabajadores que se jubilan este año. La violinista puso el broche final al acto con una emotiva interpretación de varios temas musicales populares.
"Es una profesión dura y exigente, pero a la vez gratificante"
La enfermera María Ángeles Gómez, que se jubila este año tras más de cuatro décadas de servicio, valoró el homenaje al centenario de la enfermería. "Ha sido interesante, un detalle hacia un sector que ahora más que nunca necesita de estas muestras de apoyo", destacó. Gómez repasó su carrera profesional, señalando que "aunque hubo muchos sacrificios y altibajos, al final la realización que sientes es enorme", y finalizó solicitando que "los representantes sanitarios cuiden a la enfermería; que cuenten con personal y medios para asegurar un servicio de calidad".
"Haber sido útil para mucha gente es lo más satisfactorio"
Manuel Pulido terminó su andadura por el mundo sanitario tras cuarenta años en activo, una etapa que "en general, pese a las dificultades, ha sido muy satisfactoria", enfatizando el hecho de "haber sido útil para el bienestar y la salud de mucha gente". Pulido quiso mandar un mensaje cargado de intención a los nuevos sanitarios que se incorporan a las filas de la enfermería, instándoles a "echarle ilusión y ganas, porque en esta profesión hay que tener mucha entereza", recalcando que "primero deben trabajar duro por los demás, para sentirse plenamente realizados".
