Ancelotti y Modric arrancan lágrimas al Bernabeu (2-0)

PRIMERA DIVISIÓN

El Real Madrid se impuso a la Real en un duelo marcado por el adiós de Ancelotti y la despedida de Modric del Bernabéu

Carlo Ancelotti, con Modric.
Carlo Ancelotti, con Modric.

El Real Madrid venció por 2-0 ante la Real Sociedad para cerrar LaLiga, en una tarde emotiva en la que el Santiago Bernabéu despidió con honores al croata Luka Modric y al técnico Carlo Ancelotti, que no continuarán en el club la próxima temporada, y el francés Kylian Mbappé amarró la Bota de Oro, además de ser el último encuentro de Imanol Alguacil en el equipo vasco.

Poco fútbol y mucha emoción en el Santiago Bernabéu en la última jornada de Liga. Sin nada en juego, el balón pasó a un segundo plano, en el día en el que dos leyendas como Modric y Ancelotti, jugador y entrenador más laureados de la historia del club, se despedían del feudo madridista. Dos grandes tifos que rezaban “Gracias, Leyenda”, y “Gracias, Carletto” recibieron al equipo en la previa de un partido que se rompió con el cambio del croata ante un estadio en pie.

Además del “10”, coreado en más de una ocasión y cada vez que se acercaba a un córner para un saque de esquina, y del entrenador italiano, el Bernabéu también despidió con una sonora y calurosa ovación a un emocionado Lucas Vázquez, que confirmaba así que no renovará con el club. También jugó sus últimos minutos el central Jesús Vallejo.

En cuanto al partido, Kylian Mbappé fue el único que desequilibró el marcador en un encuentro sin tensión ni demasiado ritmo. El francés, que acaricia ya la Bota de Oro con 31 goles a nivel doméstico, mandó a la red el rechace de un penalti que él mismo falló para poner el 1-0 en la primera parte. Y casi al final, puso el broche con el 2-0, asistido por un Vinícius Júnior que volvió de lesión.

El partido arrancó con un ritmo pasteloso y muy lento, quizá esperado al ser un duelo sin nada en juego para ninguno de los dos equipos. Tras el paso por vestuarios, el guion no cambió demasiado, sin apenas acercamientos para ninguno. Solo los chispazos blancos encendieron el ambiente, más pendiente del contexto que del juego. Los de Ancelotti vivían más en campo rival, ante una Real Sociedad demasiado hundida e incapaz de poner a correr a un desaparecido Take Kubo. Aunque errores madridistas en la salida daban alguna opción a los vascos, seguían cerca en el marcador hasta que apareció otra vez Mbappé para redondear el triunfo de los locales.

Una de esas tardes en la que el fútbol era casi lo de menos. Tocó agradecer y homenajear a dos nombres, dos hombres, grabados a fuego en la historia madridista. Ancelotti se va ya, Modric disputará el Mundialito de Clubes en Estados Unidos. Dos páginas ilustres que se despidieron con honores.

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