El Arenteiro sigue soñando con la Copa del Rey

El Arenteiro continúa prolongando el sueño de volver a vivir en Espiñedo la locura de la Copa del Rey que disfrutó la pasada temporada con el Valencia y que, luego de eliminar al Zamora por dos goles a uno, en octavos de final, lo tiene a tiro de piedra. Noventa minutos le separan de alcanzarlo, algo que sabrán el próximo miércoles, de nuevo en su campo, con su gente y ante el Panaderia Pulio San Mateo, de Canarias, que también persigue la machada. Si ganan, todavía tendrán que jugar semifinales y final, pero la Copa del Rey ya estará asegurada.

El equipo de Fran Justo, que sigue con un comienzo de temporada espectacular, volvió a dejar claro que es un equipo muy serio, con mucha experiencia y que se maneja a la perfección en los partidos cerrados. Sabe leerlos y esperar su momento para dar la estocada.

Ante el Zamora fue otra muestra. Luego de 25 minutos sin que pasara nada más allá de una falta de Álex Fernández que se fue arriba llegó el primer golpe, una pelota que tenía Vitra en la defensa, ve el desmarque de Manín y le manda un balón preciso a la espalda de la defensa. El atacante encaró al meta David Troya y lo superó con una sutil vaselina.

El partido estaba donde querían los verdes. Dejar campo al Zamora, que movía bien pero inquietaba poco. Pero en el minuto 42 un centro desde la derecha de Sancho lo remató Panadero, medio de tacón, medio de espuela y mandó la pelota a la red (1-1).

En la segunda parte, el Zamora parecía tener más control, pero el Arenteiro volvió a demostrar su pegada. Buena jugada colectiva que finalizó con un pase de Escobar para Marquitos que centró raso y Germán Novoa, que seguía la jugada, empujó en el segundo palo a la red (2-1). Partido de cara y ahora no se podía escapar. Y menos si en el 71 Romay le da más fuerza a la pelota, pero tras regatear al portero zamorano y disparar a puerta vacía, el defensa Prada llegó a tiempo para, sobre la línea, evitar un gol que sería definitivo.

El Zamora puso toda su artillería, pero ni por esas. Un disparo de Miguélez que desbarató Adriá Rojas y poco más. Muchos balones colgados e innumerables intentos, pero ahí los verdes se defienden como gato panza arriba y si alguno falla, siempre queda Pol Bueso. Ahora toca volver a la liga, pero el miércoles que viene, Espiñedo llevará a su equipo en volandas.