Giovanella: Ha sido un día muy feliz
Cumplida su sanción de dos años por dopaje, el hispano-brasileño regresó a los campos en O Couto
Cumplida su sanción por dopaje Everton Giovanella regresaba a los terrenos de juego en O Couto en las filas del Coruxo. El hispano-brasileño demostró, a sus 37 años, que físicamente continúa como en sus mejores tiempos en Primera. Me falta coger el ritmo de competición, pero ha sido un día muy feliz para mí, dijo.
Un día muy feliz, independientemente de lo que pasó en el terreno de juego para mí era un día muy especial por volver a jugar. Estas fueron las primeras declaraciones de Everton Giovanella al término del partido. Antes, y luego de ser sustituido en el minuto 77 por Jaime, el hispano-brasileño cogió en brazos a sus dos hijas y las besó sobre el césped, fue felicitado por sus compañeros en el banquillo y mientras enfilaba el camino de vestuarios se iba parando y abrazando a todos aquellos que le saludaban. Incluso se metió en el banquillo local y pidió disculpas al técnico Romero por no ser aquella la manera en la que le gustaría ganar el partido.
Giovanella jugó de medio centro, por delante de la férrea línea defensiva que montó otro ex céltico, Javier Maté, y acompañado por el ex ourensanista Marcos. No se prodigó en ataque pero se cansó a robar balones.
Regresaba a los terrenos de juego después de cumplir la sanción de dos años por dopaje, reconoció que me encontré un poco perdido en el campo. Una cosa es entrenar y otra muy distinta jugar 11 contra 11 y jugándote puntos. Me falta ir cogiendo ritmo de competición, estar dos años sin competir es mucho, estaba fuera de sitio, perdido.
Subrayó además que la Primera y la Tercera son muy distintas, pero seguro que es más fácil jugar arriba. Allí hay más espacios, aquí mucho juego en largo, el balón casi no para, y eso a un jugador de 37 años como yo hace que me cueste más.
Contento con el triunfo
Giovanella estaba contento con el marcador porque hemos ganado, pero una pena fueron las expulsiones. Intentamos calmar a los chavales (del Ourense B), porque si no iban a terminar con seis o siete. El árbitro no paraba de sacar tarjetas, debería haberse tranquilizado un poco.
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