El Ontime 25-26 empeora al de la pasada campaña

El Ontime se ha abonado a los arranques de temporada complicados. El del pasado curso pasado, que se extendió más de lo deseado, provocó la llegada de Carlos Navarro al banquillo ourensano el mes de febrero en sustitución de Bea Seijas y obligó al equipo a firmar dos meses a ritmo de play off para rubricar la permanencia casi sobre la bocina, a dos jornadas para el final. Pues bien, el conjunto ourensano empeora los números de entonces en la liga, ya que disputadas las cinco primeras jornadas solo ha sumado tres puntos, uno menos que a estas alturas en la campaña 2024-2025.

Aquel Ontime no sumó nada en los tres partidos como visitante (derrotas en Alcorcón por 3-1, ante el Roldán por 6-0 y con Les Corts por 3-1) y trató de hacerse fuerte en casa empatando sin goles ante el Guadalcacín y goleando al Teldeportivo por 5-1. El actual, que arrancó perdiendo con el Alcorcón (1-6) y por la mínima en las visitas a los recién ascendidos Ceuta (4-3) y Penya Esplugues (3-2), sumó la única victoria en Os Remedios ante el Alcantarilla (4-1), para regresar a la senda de la derrota, de nuevo por la mínima, en Móstoles (2-1).

En la comparativa de ambos años, en el debe de este Ontime está el aspecto clasificatorio, pues se mueve por los puestos de descenso, así como la faceta defensiva, al encajar tres goles más. En el haber, casi todo lo demás. El conjunto ourensano está en el periodo de afianzamiento de un modelo de juego completamente diferente no solo al del inicio de la pasada liga, sino al de temporadas anteriores. Más posesión, más dominio, más variantes y más goles. También más un juego más alegre, aunque por el momento el peaje está siendo demasiado caro al estar completando la asimilación del sistema, con muchos errores que le están penalizando.

Sacando la goleada recibida ante el Alcorcón en el estreno, el Ontime ha podido ganar los otros tres partidos que perdió. El mejor ejemplo, el del sábado en Móstoles. Fue muy superior en un primer tiempo sin premio y a pesar de adelantarse en la continuación, pasó su momento de crisis, en el que encajó el empate. En el tramo final, la moneda cayó para las madrileñas.

El sábado, el Ontime vuelve a casa. Ocasión para seguir construyendo un equipo con peores números que el del año pasado, aunque por sensaciones, mejor futuro.