El Polígono se quedó cerca ante el Castro (1-2)

El Polígono dijo adiós a la posibilidad de llegar a la final por el ascenso a la Preferente Futgal luego de caer en su feudo ante un Castro que se impuso en el cómputo de la eliminatoria por un global de 4-1.

Salieron muy decididos los visitantes y prueba de ello, después de una buena intervención ante Iván González llegaría un minuto después el 0-1. A la salida de un saque de esquina se produjo un despeje de la defensa industrial que le cayó a Marco que, con un potente y soberbio disparo hizo estéril la estirada del portero, colando el balón contra la base del palo derecho.

Con este golpe se le ponía más cuesta arriba a los locales, que debían anotar tres tantos para forzar una hipotética prórroga. Aun así tuvo su primera aproximación nació de un centro lateral de la banda derecha que, entrando por el primer palo, alcanzó a rematar Germán Pérez, pero el esférico se marchó cerca del poste izquierdo.

No bajó los brazos e insistió por la misma vía, en este caso mediante un córner ejecutado por Peque y que Pato, entrando por el segundo palo superó por completo a Chame logrando la igualdad a un gol. Este tanto animó más a los industriales que buscaron siempre llegar por la banda de Atiza y buscar a Peque para desequilibrar a una defensa muy estable y contundente. Más tarde probó fortuna Siño, pero su tiro se fue desviado.

El partido era de un ida y vuelta hasta que fue decayendo con el correr de los minutos.

Antes de bajarse el telón, el Polígono dispuso de su última oportunidad, cn un centro chut de Juan acabó dando en el palo y posterior disparo de Constela se marchó muy por encima del larguero.

El equipo de Pablo Gil debía quemar sus naves, pero después de sendos disparos, sin mucha potencia de Juan y Germán Pérez, el Castro dio la estocada. Buide, que minutos antes había desperdiciado un mano a mano con Rodrigo, no perdonó en la siguiente ocasión que tuvo. Recibió una gran asistencia, cogiendo a la defensa descompensada y tras recortar la salida del portero, anotó a puerta vacía para establecer un 1-2 que con el correr de los minutos se convirtió en una pesada losa. Ni los cambios pudieron modificar el decorado, porque las precipitaciones y el abusar de los balones largos favoreció la tarea defensiva de su rival.

A medida que se fueron consumando los minutos, la afición del Castro era una fiesta viendo a su equipo no pasar agobios. Es más, ante el bajón anímico de los anfitriones, pudieron aumentar su ventaja. Primero mediante un tiro de Dani Díaz y en el tiempo de descuento, Rodri desbarató un mano a mano con el propio jugador lucense.

Los industriales, que hicieron una buena temporada lo volverán a intentar, mientras que el oficio y la experiencia de su rival marcó la diferencia.

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