Zulema: "Quiero arbitrar, ya tengo ganas del próximo partido"

La desescalada acelera y el fútbol profesional masculino ya trabaja para retomar la competición. También lo hace la árbitra FIFA ourensana Zulema González, que anda a vueltas con la puesta a punto para ganarse el ascenso a Segunda B. Ayer pasó a primera hora de la mañana por el fisio "solo para descargar", y después habló con La Región.

Pasado lo peor de la pandemia le toca preparar un regreso inminente y ambicioso a la actividad.

Debo estar a tope para el 13 de junio, porque tengo el corte gallego del curso de ascenso a Segunda B. Estaba previsto para hace un mes y medio y con esto del coronavirus no sabíamos si se iba a suspender. Ahora toca acelerar para estar a punto. El ascenso está muy complicado, porque normalmente sube uno por cada territorial y además aquí ya compiten ante los chicos, que en el aspecto físico parten con algo de ventaja que intentaré recortar con el aspecto técnico.

¿Pitará en los play off exprés?

Ojalá, significaría que habría pasado el corte gallego. Los que vayan a Madrid arbitrarán partidos de esta fase de ascenso.

¿Qué le ha hecho perderse esta crisis del covid-19 más allá de la Primera Femenina?

En abril estaba previsto que participara en un torneo internacional en Irlanda del Norte, el clasificatorio de la Champions sub-19 femenina (la Youth League de las chicas). Y también tenía el curso de Segunda B. Lo primero está paralizado, pero en lo del curso estoy ahora con la preparación exprés.

Con el impulso que se le está dando al fútbol femenino español, ¿le extrañó que se hubiera dado por finalizada la liga cuando los chicos sí jugarán?

Nuestra referencia para saber lo que podía pasar con la Primera Femenina nunca fue LaLiga, sino la Segunda B Masculina. Ha sido una pena terminar así, porque quedaba lo mejor de la temporada con la resolución del título de liga y la permanencia, así como las semifinales y la final de la Copa

¿Cómo era su día a día en la fase dura del confinamiento y qué se ha perdido por su culpa?

Soy muy inquieta y por lo tanto intenté mantenerme lo más activa posible. Me levantaba no más tarde de las nueve y me seguía formando, estudiando para las oposiciones de profesora de Educación Infantil y Educación Física, aunque todo está parado, y me aficioné al hiit, para seguir entrenando. Lo que mejor llevé fue el poder estar con la familia, porque durante el año no estoy demasiado, y lo peor no poder disfrutar del fútbol. Además de la liga, me perdí unas minivacaciones en Ibiza que hoy mismo (por ayer) iniciaría con mis asistentes habituales. Quedan para más adelante.

¿Pasó miedo durante esta crisis?

No miedo, pero casi, sí muchísimo respeto, no por mí, sino por mi familia. Mi padre trabaja como calefactor en el hospital y mi hermano es farmacéutico y estaba muy expuesto. Llegó un momento en el que no tenía ni mascarilla. Verlo tan expuesto me lo hacía pasar fatal. Y además, mi abuela, que por sus problemas añadidos era una persona de riesgo. La cuidábamos yo y mi madre, para así no exponerla tanto.

Le tocó celebrar el 28 cumpleaños en confinamiento.

Ya nos perdimos el de mi padre, que fue en marzo, y el mío, el 8 de abril. Esperemos que el 1 de junio, que es el de mi abuela, lo celebremos un poco más, aunque sea con la distancia de seguridad.

Y ahora, a arbitrar sin público.

El espectador te hace generar una adrenalina que no habrá. Lo echaré de menos, será una sensación rara. Eso sí, prácticamente no necesitaremos pinganillo. Deseo que llegue la normalidad, pero a corto plazo la veo imposible. No solo es el partido, al final estás muy expuesta con tanto viaje, y el bicho sigue por ahí. Los protocolos de seguridad deberán ser muy exhaustivos.

¿Qué espera del arbitraje?

De esta crisis del coronavirus seguro que todos sacamos cosas positivas. Una es la de salir reforzados y otra la de valorar lo que tienes, por eso en el arbitraje no me pongo metas a largo plazo. Nunca sabes cuando puedes tener un problema, una lesión y por eso voy a tirar del cholismo y decir que quiero seguir disfrutando. Este año me quedo con haber pitado en San Mamés. Quiero volver a arbitrar, ya tengo ganas del próximo partido.