El Barça, de la locura frente al Benfica a los octavos (4-5)
LIGA DE CAMPEONES
El Barça selló la clasificación con una remontada increíble ante el Benfica, marcando cuatro goles en la última media hora
El FC Barcelona ganó al Benfica (4-5) en el Estádio da Luz, en la séptima jornada de la Fase Liga de la Liga de Campeones, en un duelo loco con remontada blaugrana con un postrero gol de Raphinha en la última jugada para sellar el billete directo a los octavos de final de esta Champions donde el Barça tiene pegada y la fortuna que le esquiva últimamente en LaLiga.
El partido prometía de inicio, con una ocasión para Yamal en el primer minuto y el gol del Benfica en el minuto 2. Sin ser el escenario ideado por Flick, el Barça no le perdió el pulso al partido y Lewandowski empató de penalti.
El Barça, con el empate, se hizo con el balón e intentó bajarle una marcha al duelo, pero dos acciones desafortunadas del portero polaco Wojciech Szczesny cambiaron todo. De un escenario en el que se buscaba el 1-2, con Trubin salvando a los suyos con una mano de grandes reflejos en un mano a mano con Gavi, se pasó al 3-1 y al hat-trick de un Pavlidis que llevaba tan sólo 1 gol en la Champions.
Hansi Flick optó por dar entrada a Frenkie de Jong y a Fermín López, en lugar de Marc Casadó y de Gavi. Un poco de aire fresco para el centro del campo, si bien el problema del Barça en Lisboa, más allá de las cantadas atrás de la primera parte, era que no había remate. Y, cuando esa última acción falla, siempre puedes recurrir a la suerte, que llegó en forma de error compensatorio de Trubin que, despejando un balón controlado, envió un balón bajo que Raphinha interceptó de cabeza, demostrando tener fuerte el cuello, yendo su rechace directo a portería para dar alas al Barça (3-2).
Remontada espectacular
No estaba siendo la noche del Barça y no parecía el momento para sellar ningún billete a octavos. Y prueba de ello fue que poco después de recibir ese aliento, todo se fue al traste con un autogol de Ronald Araújo, que forzado metió el pie en un centro lateral bastante raso superando por alto a un Szczesny que estaba vez sí iba a hacerse con el balón. No fue el día ni del polaco ni del uruguayo.
Pero el Estádio da Luz todavía tenía pensado un giro de guión más, uno que iba a perjudicar a su equipo y a catalogar del todo de loco este partido. Como primer plato, otro penalti -que provocó Lamine Yamal- transformado por Robert Lewandowski en el 78 y, en el 87, un Eric Garcia que fue recurso de última hora de Flick, vestido de Sergi Roberto en aquella épica goleada al PSG, permitió con un remate de cabeza empatar el choque. Pero el protagonismo debía ser, y fue, para Raphinha y su culminación de la remontada.
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