PRIMERA DIVISIÓN
El Madrid respira sin fútbol (2-0)
España 4 - 1 Suiza
España comenzó el partido bien entrada la primera parte. Hasta entonces, los pupilos de Carlos Feriche se dejaron llevar y lo pagaron con un gol en contra. Timorato en defensa, el combinado local no supo frenar el avance del suizo con sangre argentina Federico García, que aderezó el 0-1 con una buena dosis de suerte. Fue su stick, y no el de los dos españoles que lo cubrían, el que encontró la bola para superar por bajo a Sergi Fernández. Suiza, imprecisa y falta de ambición, no merecía tal premio. Pero España, en cambio, sí se había ganado dicho castigo. Aunque, segundos antes del 0-1, Marc Güal se había topado con el palo en una buena ocasión, las oportunidades de España durante buena parte del primer tiempo se redujeron a disparos lejanos con poca intención y menos precisión. Por su parte, Suiza se acercaba poco a la portería de Fernández, pero cuando lo hacía era capaz de inquietar (y mucho) al respetable. Pero el miedo pasó con la reacción de España, pasado el ecuador de ese primer tiempo. Los hombres de Feriche se encontraron a sí mismos y encerraron al conjunto helvético en su área. Los lanzamientos comenzaron a llegar también desde zonas cercanas a Langenegger, aunque el empate, curiosamente, lo hizo el jugador del Liceo Jordi Bargalló desde el exterior.
Concentración
Concentración, había pedido Carlos Feriche tras el partido ante Angola, en el que la selección sufrió más de lo previsto y encajó dos goles en un suspiro. Y, en cuanto España se centró, Suiza quedó reducida a la nada. Cada vez más rápidos, cada vez más precisos, los de azul iniciaron un monólogo en el que las ocasiones se sucedieron. Para concluir el primer parcial, una doble de Mia Ordeig y Jordi Adroher, uno de los grandes protagonistas del partido. La tónica se mantuvo en la reanudación y Titi Roca tradujo tal superioridad en el tanto del 2-1. Sutil, suave, un globo a cámara lenta que Langenegger no vio. Así certificó el 5 de España la superioridad local. La avalancha continuó con sendas oportunidades de Pedro Gil, Ordeig (se topó con el palo) y Jordi Adroher. Y sería este último el que hizo el tanto de la tranquilidad, el 3-1, mediada la segunda parte. El partido se había acabado. Suiza asumió su inferioridad y, después de tratar de acorralar a España sin éxito, se dejó ir. Adroher haría el segundo en su cuenta particular, el cuarto en la de España, para cerrar un partido que la selección de Feriche mereció ganar desde que, mediado el primer tiempo, dejó de sestear. En cualquier caso, la goleada sobre Suiza no despeja del todo las dudas que ya dejó el choque ante Angola. Y hoy toca medirse a uno de los mejores equipos del mundo. Espera Portugal, todo un reto para los hombres de Feriche.
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