Íñigo Errejón dimite y deja la política tras ser acusado de violencia machista

Íñigo Errejón, portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, ha dimitido y anuncia que abandona todas sus responsabilidades en el mundo de la política, tras conocerse su posible relación con un caso de violencia machista. Así lo ha comunicado en una carta publicada en la red social X en la que se muestra enigmático aludiendo a la "subjetividad tóxica de los hombres y el patriarcado" y espera reparar errores con su marcha.

En la mañana del miércoles, la periodista Cristina Fallarás había reportado en la red social Instagram un caso de maltrato psicológico a una mujer ejercido por un "político muy conocido" y que vive en Madrid. Fallarás se había eco de una denuncia de una mujer que, bajo el anonimato, afirmaba que detrás del caso de violencia machista que describía estaba un político. El testimonio se hacía en estos términos: "Esta es la dinámica que emplea: ser extremadamente simpático inicialmente para engancharte, cuando ve que ha conseguido algo empiezan los desplantes y gaslighting (siempre eres tú que no entiendes al diputado). Por la tarde te muestra afecto e incluso te hace proposiciones de relación y a las dos horas te echa de su casa".

El gaslighting consiste en un tipo de manipulación usado con cierta frecuencia entre las relaciones de pareja en la que, en este caso, el hombre haría luz de gas a la mujer, en un supuesto de manipulación psicológica.

Poco después de trascender esta revelación, Errejón comunicaba en su perfil social de la red X que dimitía en su cargo.

El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, anunciaba así su abandono, la renuncia al escaño y su decisión de abandonar cualquier relación con la política institucional, según él mismo comunicaba en una carta publicada en su perfil de la red social.

Carta publicada por Errejón

"El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional"

En esa carta destalla que lleva tiempo en un proceso personal y de acompañamiento psicológico, para lo cual necesita parar y cuidarse.

"En los últimos meses, y de forma más insistente en las últimas semanas, he ido pensando en que tenía que tomar algunas decisiones importantes. Hoy ha llegado el día de hacerlo.

Llevo prácticamente desde que tengo uso de razón comprometido y militando políticamente. Esa es mi forma de estar en el mundo. Pero desde hace diez años ocupo posiciones de representación pública en la política institucional y de altísima visibilidad y exposición mediática. He tenido el privilegio de defender las ideas que considero más hermosas y justas, y de hacerlo durante una de las décadas más intensas, pero también más duras, de la política española. Eso conlleva muchas experiencias, aprendizajes y motivos de orgullo. Pero también genera un tipo de vida, una cotidianidad, una subjetividad, un tipo de vínculos con el ámbito público, con la fama y con los demás que pasan factura. El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional. Creo que esto es algo que en mayor o menor medida experimenta toda y todo el que esté en esta posición durante un tiempo prolongado.

"Yo, tras un ciclo político intenso y acelerado, he llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona".

En la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros. Esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo.

Yo, tras un ciclo político intenso y acelerado, he llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona. Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano. La lucha ideológica es también una lucha por construir formas de vida y relaciones mejores, más cuidadosas, más solidarias y, por tanto, más libres. No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana.

Llevo tiempo trabajando en un proceso personal y de acompañamiento psicológico, pero lo cierto es que para avanzar en él y para cuidarme, necesito abandonar la política institucional, sus exigencias y sus ritmos.

"Termino la etapa más importante de mi vida. Una etapa dura y apasionante. Con aciertos de los que estoy orgulloso y errores que espero contribuir a reparar con esta decisión".

Anuncio así, como ya he comunicado a mis compañeras y compañeros responsables, mi dimisión como portavoz del Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar, dejo el escaño en el Congreso y todas mis responsabilidades políticas. Siempre seguiré militando y comprometido, pero para mí se acaba esta etapa política institucional y espero contribuir así a la renovación generacional y de cuadros e ideas que las fuerzas democráticas y populares necesitan.

Termino la etapa más importante de mi vida. Una etapa dura y apasionante. Con aciertos de los que estoy orgulloso y errores que espero contribuir a reparar con esta decisión. Un abrazo fraternal a todos los compañeros y compañeras de todos estos años. Salud. Iñigo Errejón".