Los jóvenes de España tendrán que trabajar hasta los 71 años si quieren tener una pensión digna

FUTURO EN RIESGO

¿Retrasar la jubilación o cobrar menos? Esta es la pregunta que se tendrán que hacer los jóvenes españoles si quieren mantener su nivel de vida tras las reformas en el sistema de pensiones y la entrada tardía al mercado laboral

Los jóvenes que logren cotizar 40 años podrán retirarse a los 65 sin sufrir recortes
Los jóvenes que logren cotizar 40 años podrán retirarse a los 65 sin sufrir recortes | Miguel Ángel

Los jóvenes que hoy se incorporan tarde al mercado laboral y no superen los 30 años cotizados a lo largo de su vida profesional se verán obligados a retrasar su jubilación hasta los 71 años si quieren recibir una pensión similar a su último sueldo. En cambio, quienes logren cotizar durante 40 años podrán retirarse a los 65 sin sufrir recortes, mientras que aquellos con 35 años cotizados deberán esperar hasta los 68.

Detrás de este escenario se esconde un problema estructural cada vez más evidente: el acceso al empleo es más tardío, y los trabajos son más inestables. Según un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y la Fundación BBVA, en 2024, solo el 43,2% de los jóvenes entre 16 y 29 años tenía empleo, muy por debajo del 58,7% registrado en 2007. Esta caída, junto con la precariedad y los bajos salarios, dificulta construir carreras laborales suficientemente largas como para asegurar una pensión digna.

A esto se suman los efectos de la reforma del sistema de pensiones: en 2027, la edad legal de jubilación subirá a los 67 años para quienes no alcancen los 38 años y medio de cotización. También será necesario haber trabajado 37 años para cobrar el 100% de la pensión, y el cálculo de la prestación se basará, progresivamente, en un periodo de 27 años dentro de los últimos 29 a partir de 2044.

Jubilación digna costosa para los jóvenes

Con la legislación prevista, en el año 2065 solo quienes trabajen hasta los 71 años tras haber cotizado 30 años podrían mantener su nivel de vida. De hacerlo antes, el importe de la pensión caería considerablemente, impactando de lleno en su bienestar. El panorama podría empeorar si se implementan nuevas reformas ya sobre la mesa, como ampliar el cómputo a los últimos 35 años trabajados o exigir 40 años cotizados para acceder al 100% de la pensión. En ese caso, quienes no lleguen a ese umbral podrían ver reducida su pensión a poco más de la mitad de su último salario.

La juventud actual es especialmente vulnerable: sufre una mayor exposición a la inestabilidad económica y ocupa trabajos de peor calidad en comparación con generaciones anteriores. Esta realidad limita su capacidad tanto para cotizar como para ahorrar por medios alternativos, como planes privados o herencias. Solo quienes cuenten con un respaldo económico adicional podrán jubilarse antes de los 71 sin perder poder adquisitivo.

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