El rey Felipe VI apela al diálogo y a la convivencia democrática frente al hastío político y los extremismos

En su tradicional Mensaje de Navidad, el rey Felipe VI ha hecho un llamamiento a todos los españoles, y especialmente a la clase política, para preservar la convivencia democrática, apostando por el diálogo, el respeto y la ejemplaridad en el ejercicio de las responsabilidades públicas.

Desde el Palacio Real, el monarca ha advertido del hastío ciudadano ante la tensión política, la pérdida de confianza en las instituciones y la incertidumbre de los jóvenes respecto al futuro, factores que —ha alertado— alimentan a los extremismos, radicalismos y populismos.

Felipe VI ha enmarcado su discurso en dos grandes hitos históricos: el 50 aniversario del inicio de la Transición y la entrada de España en la Unión Europea en 1986, para subrayar la capacidad de los españoles de superar desafíos mediante el consenso. Ha definido la Transición como un “ejercicio colectivo de responsabilidad” que dio lugar a la Constitución de 1978, un marco común para la convivencia en la diversidad.

El Rey ha reconocido que España vive “tiempos exigentes”, marcados por el aumento del coste de la vida, las dificultades de acceso a la vivienda, la incertidumbre laboral derivada de los cambios tecnológicos y el impacto del cambio climático. A ello se suma, ha señalado, una creciente desafección ciudadana provocada por la crispación del debate público.

En un contexto internacional convulso y de crisis del multilateralismo, Felipe VI ha insistido en que la convivencia democrática es una construcción frágil que debe cuidarse a diario y ha llamado a reforzar la confianza como base del proyecto común. “Las ideas propias no pueden ser dogmas ni las ajenas amenazas”, ha afirmado.

El mensaje ha concluido con una apelación a recorrer juntos los retos del presente y del futuro, con memoria, confianza y sentido colectivo, reivindicando que España es un proyecto compartido sustentado en el bien común y en la capacidad de avanzar unidos.