Luis Menor: "O noso deber é evitar que existan ourensáns de primeira e de segunda"

“A Deputación é unha rede de seguridade para as entidades municipais, a única institución con capacidade técnica e humana para responder ás necesidades de cada concello”. Con esta reivindicación de la utilidad de la administración provincial arrancó Luis Menor su intervención en el Foro La Región, celebrado ayer en A Carballeira de Santa Cruz. El presidente provincial trazó la hoja de ruta de Ourense anunciando una movilización de recursos histórica: a principios de 2026, la institución destinará “88,7 millóns de euros de financiamento directo ás entidades locais”, una cifra que consolida su “firme aposta polo municipalismo”.

En el eje económico, Menor detalló la evolución del Plan CooperOU, la “columna vertebral” de la financiación local, que pasará de los 7 millones de 2023 a los 19 millones de euros en 2026, con una ampliación prevista de 3 millones más en abril. Este esfuerzo busca garantizar la autonomía de los 91 concellos de menos de 20.000 habitantes, dándoles “estabilidade e seguridade financeira”. Además, lanzó un guiño al tejido empresarial confirmando la financiación para el proyecto de la estación de mercancías del Polígono de San Cibrao, una infraestructura clave para la competitividad en un área industrial que crecerá en 5 millones de metros cuadrados.

Planes a futuro

Pero el discurso de Menor trascendió las cifras para centrarse en la modernización. Anunció un ambicioso “Plan Director de Intelixencia Artificial” para principios de 2026, que llevará la “gobernanza do dato” a servicios cotidianos. El ejemplo más visual será la gestión de residuos: se instalarán sensores en los 25.000 contenedores que gestiona la Diputación y sistemas de pesaje en los camiones para “asegurar a trazabilidade do residuo” y avanzar hacia el pago por generación. Además, como parte del PERTE del agua, se colocarán 65.000 contadores inteligentes de agua y se automatizarán las plantas depuradoras.

En el ámbito social, la tecnología también será protagonista. Menor corrigió una percepción habitual: la burocracia. Anunció el “Modelo 30”, un compromiso para que la resolución e instalación de la teleasistencia -que atiende a casi 3.000 personas- se realice en menos de 30 días. Además, avanzó una medida pionera contra la estigmatización y la lentitud administrativa: un acuerdo con Correos para crear tarjetas sociales bancarias. “En 2026, as persoas con necesidades recibirán unha tarxeta a custo cero e, cando se resolva a súa axuda, en minutos, recibirán o diñeiro público na súa tarxeta”, explicó, eliminando las antiguas “tarjetas monedero” de uso restringido.

Termalismo y patrimonio

El termalismo ocupó un lugar central, con una reivindicación política clara: Menor instará al Gobierno central a modificar el Real Decreto que excluye a los balnearios de la cartera de servicios y pedirá a la Xunta su inclusión como terapia complementaria. “É hora de dar o valor que merece á hidroloxía médica”, sentenció.

Mirando al territorio, el presidente se mostró optimista sobre la candidatura de la Ribeira Sacra, confiando en que en el verano de 2026 logre por fin la distinción de Patrimonio Mundial de la Unesco. Incluso sugirió que la viticultura heroica de la zona merecería “a súa propia feira do viño”, al nivel de otras denominaciones.

La intervención concluyó con una referencia obligada a la “devastación provocada polos lumes”, destacando que la Mesa de Traballo creada tras los incendios ha recibido ya 44 propuestas de la sociedad civil para cambiar el modelo de prevención. “O presente e o futuro de Ourense non pode ter cores; únenos moitas máis cousas das que nos separan”, cerró Menor, apelando a la unidad política y social.

Turno de preguntas

El Foro La Región finalizó con un turno de preguntas abierto al público en el que Luis Menor abordó diversas cuestiones de actualidad planteadas por representantes de la sociedad civil y política. Cuestionado sobre la viabilidad de los pequeños municipios y la necesidad de reformar el mapa local, el presidente provincial se mostró pragmático. Aunque reconoció que la fusión es «unha cuestión delicada», abogó por pasos intermedios antes de llegar a esa solución definitiva: «Creo que debemos ir cara a mancomunar servizos e non descarto a fusión voluntaria como vía para garantir a viabilidade», aseguró, apostando por compartir recursos para ser eficientes.

La situación de la ciudad también tuvo protagonismo a raíz de una pregunta de Emilio González, presidente de los placeros, sobre la Plaza de Abastos. Menor admitió la complejidad del escenario actual en la capital y las trabas para la cooperación institucional con el Concello de Ourense. «É difícil manter un diálogo institucional cando cambian as regras de xogo constantemente, pero a miña obriga é intentalo sempre», afirmó, reconociendo que, a pesar de los obstáculos, la Diputación mantendrá su mano tendida porque «por riba das persoas están as institucións e os veciños».

El debate también tocó la estructura interna de la institución cuando se cuestionó el peso del gasto de personal, cifrado en un 38% del presupuesto. Menor defendió con vehemencia la utilidad de este capítulo, negando que se trate de burocracia improductiva y vinculándolo a la prestación directa de servicios que los pequeños concellos no pueden asumir por sí mismos. «Temos ese gasto porque esta Deputación recolle o lixo a 60 concellos e conserva 1.850 quilómetros de estradas con persoal directo», argumentó, zanjando que recortar ahí significaría «deixar de prestar servizos esenciais» al rural.

En respuesta a otras cuestiones, Menor denunció el «desmantelamento» de servicios estatales en la provincia y cerró el acto con un anuncio ilusionante para el deporte base: la recuperación de las instalaciones del Parque Tecnológico para crear una «cidade deportiva» de referencia, un proyecto para dotar a Ourense de infraestructuras de élite.