Cae la banda de jóvenes que asaltaba y agredía a ancianos en el rural de Lugo

Una persona ha sido detenida como presunto cabecilla de una banda integrada por otras cuatro, que se encuentran bajo investigación, como sospechosos de integrar un grupo que perpetró varios robos con violencia e intimidación en casas de ancianos de la provincia de Lugo, informó hoy la Guardia Civil.

Los presuntos integrantes de la banda, de nacionalidades española y holandesa y de edades comprendidas entre los 23 y 31 años, fueron interrogados en el marco de la denominada operación Sesete, según las mismas fuentes.

La banda se dedicaba a asaltar en zonas rurales viviendas ocupadas por personas mayores a las que intentaban "estafar o robar" y a las que llegaban "a agredir físicamente" para "lograr su objetivo" de sustraer dinero en efectivo u objetos de valor, según la Guardia Civil.

La investigación comenzó a principios de junio del pasado año, después de que dos individuos asaltaran de madrugada una casa en el lugar de Arcillá, en el municipio lucense de Cospeito, tras entrar por una ventana y amenazar con un machete a la única ocupante, a la que le obligaron a entregar todo el dinero que tenía en su casa.

Posteriormente, en julio hubo dos robos similares en viviendas de Árbol y Pousada, respectivamente en los municipios de Vilalba y de A Pastoriza), donde los agresores llegaron incluso a golpear a sus víctimas y les lesionarlas en su afán recaudatorio.

La Guardia Civil también sospecha de que la banda cometió varios hurtos aprovechando el descuido y estafas también en viviendas rurales ocupadas por ancianos.

Los miembros de la banda tenían especial cuidado en evitar ser reconocidos y por ello ocultaban su cara con pasamontañas e incluso cambiaban su tono habitual de voz durante los asaltos, según los investigadores.

La Guardia Civil llevó a cabo una amplia investigación durante más de un año hasta recopilar los indicios suficientes para lograr identificar a los sospechosos.

El presunto cabecilla de la banda fue detenido ayer en Lugo tras la investigación sobre sus colaboradores, que se produjo de forma escalonada en las provincias de Lugo y Murcia, por lo que la Guardia Civilconsidera "finalizada la operación Sesete".

La investigación fue dirigida por el Juzgado de instrucción número 1 de Vilalba y desarrollada por agentes de la Guardia Civil de Lugo, con la colaboración de efectivos de la Comandancia de Murcia.