Tras los pasos del tranvía en Galicia

La asociación “Enganchados do pescante. Memoria dos tranvías de Vigo” tiene como objetivo el montaje de una ambiciosa exposición que haga justicia al legado que los tranvías dejaron en la ciudad. Cuentan con material audiovisual, maquetas, documentos cedidos por la compañía Tranvías Vigueses, pero les faltan objetos más personales. Para localizarlos abrieron una campaña de captación en Facebook con la creación de la página #Undesexochamadotranvía y de la cuenta de correo undesexochamadotranvia@gmail.com.

“Nos encantaría localizar por ejemplo una gorra de revisor, pero en Vigo se destruyó todo lo que quedó en las cocheras de A Florida, incluidos los coches. Hay muchas imágenes que se mueven por internet, pero nosotros queremos mostrar algo diferente”. Javier González, miembro del comité organizador, se desplazó con sus compañeros a Coruña, donde la compañía conserva los tranvías en un almacén, y al Museo de Carros Eléctricos de Porto en busca del modelo que circuló por Vigo durante 55 años hasta 1969. Descartaron el que se expone en la avenida Castelao porque no coincide con el local.

Con una puesta en escena clara, a la que se accedería por un vagón tras comprar un billete de transporte. Tendría un carácter temporal e itinerante para involucrar a los concellos unidos por las vías: Baiona, Nigrán, Redondela, Mos, Porriño o Mondariz. “Hicimos un primer presupuesto de 70.000 euros, por lo que necesitamos la implicación de las administraciones, al afectar a varios municipios nos dirigimos a la Xunta y a la Diputación, que recibieron con buenas palabras el proyecto y lo están estudiando”. La propuesta finaliza con un catálogo con textos de escritores y nombre de la cultura.

La asociación incluye a miembros del Ateneo Atlántico y del Instituto de Estudios Vigueses como José Luis Mateo, Evaristo Pereira o Antonio Giráldez, autor. Su intención es inaugurar la muestra en el primer semestre de 2025. “Todos los que estamos implicados nacimos en Vigo y la mayoría tiene recuerdos del tranvía”, afirma González: “Cada uno lo vivió de una manera, yo lo cogía para ir al fútbol o para ir a comprar”.

José Barral preside la asociación que provocó la chispa que generó esta iniciativa. Durante el proceso de documentación de su última novela, “Blues da Florida”, ambientada en el año de la desaparición de los tranvías, despertó la nostalgia de sus fuentes y unos a otros se fueron animando para aventurarse en este proyecto.