De Vilagarcía a Ourense

Ni el tiempo ni la distancia” se llama el nuevo disco de Gonzalo Arca, tercero en solitario y el primero en castellano tras las ediciones de “Alone at the crossroad” (2014) y “Tan lonxe de ti” (2021). Se trata de “un disco de amor”, según los dichos de quien cuenta en su haber proyectos como Vado Permanente, The Preachers Of Rock & Roll o Sugar Mountain.

Pregunta.Es tu primer disco en castellano después de pasar por el inglés y el gallego. ¿Por qué esta elección?

Respuesta.Hacía tiempo que tenía ganas de hacer algo en castellano. El primero lo escribí en inglés porque venía de la dinámica de mis anteriores bandas, The Preachers y Sugar Mountain, y tenía el prejuicio de que el rock cantado en su lengua materna suena mejor. Curiosamente, el primer disco que grabé en mi vida fue “Debo más de lo que puedo”, con mi primera banda, Vado Permanente. Así que esto es una vuelta a mis orígenes. Mi público objetivo está en Galicia y, siendo optimista, en el resto de España, y no tiene sentido que se pierdan lo que dicen las canciones. Me parece más coherente escribir en gallego y en castellano y esa será mi línea a partir de ahora.

P.¿Cómo definirías tu disco a nivel musical y a nivel temático?

R.Yo diría que a nivel global es un álbum de rock. Pero en él se vislumbran aires de otros estilos, como el folk americano o el pop. Incluso hay una canción con aroma a ranchera. Tampoco me quita el sueño el tema del estilo, lo que me importa son las canciones. En cuanto a la temática es un trabajo personal, mis canciones suelen serlo. Hablo de mis cosas: situaciones vividas, personas, pensamientos. Experiencias vitales que, como todos, llevo marcadas a fuego. Durante el proceso de composición hice un viaje interior a través de mis recuerdos. Es un disco de amor, amor profundo, en el más amplio sentido de la palabra.

P.Naciste en Vilagarcía y hace un par de años que desarrollas tu carrera desde Ourense. ¿Cómo lo llevas, teniendo en cuenta el poco apoyo institucional que se le ofrece a la cultura?

R.En mi opinión, no hay que esperar nada de ninguna institución. Aunque deberían invertir más en sus músicos locales, sobre todo en los jóvenes, y menos en otras cosas, fomentando y cuidando su propio patrimonio artístico. Pero ya se sabe que nadie es profeta en su tierra. Yo me dedico a hacer las cosas por mí mismo, moverme mucho y pelear duro, como cualquier otra persona en cualquier otro oficio. Es cierto que éste es un mundo muy poco agradecido, infravalorado y en el que los esfuerzos, que suelen ser titánicos, obtienen escasa recompensa. Pero no es nada que no supiéramos antes de empezar. Así que al lío.