La Asociación Cultural Galega de Hamburgo revive el Arde Lucus y transforma sus instalaciones en una fiesta ancestral

CELEBRACIÓN

Durante esta jornada tan especial, los asistentes realizaron un auténtico viaje en el tiempo, transportándose a la época de los castrexos y romanos.

Miembros de la Asociación con la estética clásica de la época.
Miembros de la Asociación con la estética clásica de la época. | Alejandra Plaza

La Asociación Cultural Galega de Hamburgo ha demostrado una vez más su compromiso con la preservación y difusión de la cultura gallega más allá de sus fronteras. En una iniciativa cargada de creatividad y pasión por las tradiciones, la entidad ha celebrado en sus instalaciones su propia versión del Arde Lucus, una de las fiestas más emblemáticas de Galicia, que cada año transforma la ciudad de Lugo en un vibrante escenario de historia viva.

Miembros de la Asociación con la estética clásica de la época.
Miembros de la Asociación con la estética clásica de la época. | Alejandra Plaza

Durante esta jornada tan especial, los asistentes realizaron un auténtico viaje en el tiempo, transportándose a la época de los castrexos y romanos. Las instalaciones de la asociación se convirtieron en un punto de encuentro entre la historia y la identidad, donde no faltaron las túnicas, los escudos, las coronas de laurel y las joyas celtas. Participantes de todas las edades acudieron ataviados con esmero, luciendo sus mejores galas inspiradas en la antigüedad para rendir homenaje a una fiesta que celebra la herencia cultural del noroeste peninsular. La música, la gastronomía, los juegos y los relatos históricos se dieron la mano para ofrecer una experiencia inmersiva, donde los valores comunitarios y el espíritu festivo brillaron con fuerza.

La queimada no faltó durante la conmemoración
La queimada no faltó durante la conmemoración

Con iniciativas como esta, la Asociación Cultural Galega de Hamburgo no solo mantiene viva la llama de las tradiciones gallegas entre los emigrantes, sino que también las da a conocer en el corazón de Europa. Esta celebración ha reafirmado que, allí donde haya un galego, habrá siempre un pedazo de Galicia dispuesto a arder con alegría, identidad y memoria.

En definitiva, una genial idea llevada a cabo con ilusión, que ha permitido a la comunidad gallega en Hamburgo sentirse, por un día, en la mismísima Lugo de hace dos mil años.

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