Gimena Llamedo, vicepresidenta del Principado: "Asturias es una tierra que hoy atrae, acoge y recupera población"

Con motivo del Día Internacional del Migrante, la vicepresidenta del Principado y consejera de Presidencia, Reto Democrático, Igualdad y Turismo analiza la evolución de la migración y el retorno en Asturias, el aumento de los recursos públicos destinados a estas políticas y el papel de la diáspora asturiana en el crecimiento social y económico de la comunidad.

Hoy se celebra el Día Internacional del Migrante. ¿Qué representa esta jornada para el Gobierno del Principado?

Es una fecha fundamental para reconocer una realidad que forma parte de la identidad de Asturias. Somos una tierra marcada por la emigración y hoy también por la inmigración y el retorno. Este día nos permite reafirmar el compromiso del Gobierno con las personas migrantes, con quienes regresan y con los asturianos que siguen viviendo fuera. Un compromiso que no es solo simbólico, sino que se traduce en políticas públicas, en presupuesto y en una acción continuada a lo largo de todo el año.

Ese compromiso se refleja claramente en los presupuestos. ¿Cómo se materializa?

Se materializa en medidas muy concretas que responden a necesidades reales. En materia de emigración y migración hemos ampliado recursos y creado nuevas líneas de ayuda. Incrementamos en más de un 20% los fondos para los centros asturianos, reforzamos las ayudas sociales a los asturianos en el exterior y ponemos en marcha una nueva línea dirigida a emigrantes mayores de 65 años en América Latina que necesitan apoyo para financiar una residencia. Son políticas pensadas desde la cercanía y desde la responsabilidad institucional.

Las políticas de retorno ocupan un lugar central.

Así es. El retorno no consiste solo en volver físicamente a Asturias, sino en rehacer un proyecto vital. Por eso la Oficina del Retorno tiene un papel clave. Cada día atiende a más personas, hemos incrementado las ayudas económicas y reforzado el acompañamiento administrativo, social y laboral. Además, hemos abierto nuevos puntos de información en Argentina y Caracas para facilitar el proceso desde el país de origen.

Asturias encadena ya tres años de crecimiento poblacional. ¿Qué lectura hacen de estos datos?

Son datos muy positivos y muy significativos. Asturias lleva tres años creciendo en población y mejorando de forma constante sus saldos migratorios. Los últimos datos reflejan un aumento de 14.000 personas, un 18% más que el año anterior. Esto no es casualidad: tiene que ver con el crecimiento del empleo, con la fortaleza de los servicios públicos y con una estrategia clara de atracción y retención de población.

Uno de los datos más llamativos es el saldo positivo con Madrid.

Es un cambio de tendencia muy relevante. Durante décadas Madrid fue un destino de salida para muchos asturianos y ahora ocurre lo contrario. Cada vez viene más gente de Madrid a Asturias de la que se va. El año pasado fueron 858 personas más y este año ya superamos las 1.100. Esto demuestra que Asturias es percibida como un lugar donde se puede vivir bien, trabajar y desarrollar un proyecto de vida estable.

¿Ha cambiado el perfil de las personas que retornan?

Ha cambiado de forma clara. Hoy el retorno es muy diverso. Vuelven jóvenes, mujeres, personas en edad de trabajar, perfiles cualificados y también familias. Vienen de Europa, de América Latina y de otros lugares. La ley de nietos ha sido una oportunidad importante y estas personas están contribuyendo de forma directa a dinamizar el mercado laboral y a rejuvenecer la población.

¿Existe sintonía entre el retorno y las necesidades del tejido empresarial?

Estamos trabajando intensamente para que esa sintonía sea cada vez mayor. Desde la Oficina del Retorno acompañamos a las personas en la búsqueda activa de empleo y mantenemos contacto con las empresas. Los resultados son claros: de 154 personas atendidas con este objetivo, 121 ya están trabajando. Esto demuestra que cuando hay acompañamiento y coordinación, el retorno genera oportunidades para todos.

Los centros asturianos reclaman un mayor reconocimiento institucional.

Y tienen toda la razón. Los centros asturianos son nuestros mejores embajadores. Nadie conoce mejor Asturias ni la defiende con más cariño. Por eso hemos incrementado las ayudas e incorporado nuevas líneas vinculadas a la promoción cultural, social y económica. Queremos que sigan difundiendo nuestra identidad, pero también que puedan actuar como espacios de promoción turística y comercial del Principado.

¿Cómo se refuerza el vínculo con la diáspora?

A través de herramientas como la Escuela de Asturianía, que estamos fortaleciendo porque vemos el impacto tan positivo que tiene. Además, queremos dar un paso más con la Escuela de Asturianía online, que permitirá llegar a más personas, estrechar lazos y mantener viva la cultura y la identidad asturiana en cualquier lugar del mundo.

¿Que le parece que Vox se refiera a la Escuela de Asturianía como "un chiringuito"...?

Me parece profundamente injusto. Se está atacando a asturianos que tuvieron que marchar por falta de oportunidades o por circunstancias tan duras como la guerra o la posguerra. Este Gobierno no va a abandonar a esas personas. Al contrario, reforzamos las ayudas sociales en países como Cuba, Venezuela o Argentina y facilitamos el retorno con datos históricos. Lo contrario sería una falta de humanidad y de memoria.

¿Cómo se combate el auge de discursos xenófobos?

Con empatía, con datos y con pedagogía. Hay que ponerse en la piel de quienes se fueron y de quienes llegan buscando un futuro mejor. La inmigración es imprescindible para nuestra economía, para el empleo, para los cuidados y para sostener nuestros servicios. Frente al miedo y la división, debemos apostar por una sociedad inclusiva, justa y cohesionada.