Investigadores del MIT crean un nuevo fertilizante que limita el impacto ecológico de la agricultura

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Reducir costes y conseguir un producto más sostenible, objetivos de las investigaciones de Giorgio Rizzo

El investigador del MIT Giorgio Rizzo
El investigador del MIT Giorgio Rizzo | Web del MIT

Desarrollar una nueva generación de fertilizantes que permitan reducir el impacto ambiental de las prácticas agrícolas es el objetivo de un equipo del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental del MIT (Massachusetts Institute of Tecnnology) en el que trabaja el investigador Giorgio Rizzo, quien apunta la necesidad de redefinir la concepción de los fertilizantes y tratar de conseguir productos "más seguros, económicos y sostenibles", según se indica en el portal de noticias del MIT.

En el laboratorio del profesor Benedetto Marelli del MIT, Rizzo estudia las respuestas de las plantas a factores de estrés ambiental, como el calor, la sequía y la radiación UV prolongada. Esto incluye el desarrollo de nuevos fertilizantes que pueden aplicarse como recubrimiento de semillas para ayudar a las plantas a crecer más fuertes y aumentar su resistencia.

“Estamos trabajando en nuevas formulaciones de fertilizantes que buscan reducir el enorme impacto ambiental de las prácticas agrícolas tradicionales basadas en fertilizantes inorgánicos NPK”, explica Rizzo. Si bien son fundamentales para el rendimiento de los cultivos, su tendencia a acumularse en el suelo es perjudicial para la salud del mismo y el microbioma que lo habita. Además, la producción de fertilizantes NPK (nitrógeno, fósforo y potasio) es uno de los procesos químicos más contaminantes y que consume más energía del mundo.

Rizzo posee una maestría en Química Orgánica y sus investigaciones se centran en estudiar como las tierras raras pueden aumentar la resiliencia de las plantas con el objetivo de reducir el impacto ambiental de la agricultura.

Recientemente, Rizzo recibió una Beca Kavanaugh, un programa que ofrece a estudiantes de posgrado y posdoctorados del MIT capacitación empresarial y recursos para llevar su investigación del laboratorio al mercado. Esta beca permitirá dar más valor a la investigación al ayudar al desarrollo de un producto concreto que se podrá comercializar a través de una empresa.

Reducir el coste de la fertilizantes comunes

Rizzo espera que su trabajo ayude a los agricultores a aumentar el rendimiento de sus cultivos sin comprometer la calidad del suelo ni la salud de las plantas. Una barrera importante para la adopción de nuevos fertilizantes es el coste, ya que muchos agricultores dependen en gran medida de la producción de cada temporada de cultivo y no pueden arriesgarse a invertir en productos que podrían tener un rendimiento inferior al de los fertilizantes NPK tradicionales.

Los fertilizantes que se están desarrollando en el Laboratorio Marelli abordan este desafío utilizando quitina y quitosano, materiales naturales abundantes que los hacen mucho más económicos de producir, lo que Rizzo espera que anime a los agricultores a probarlos. “Gracias a la Beca Kavanaugh, este año intentaré llevar la tecnología fuera del laboratorio para impactar al mundo y satisfacer la necesidad de los agricultores de apoyar su prosperidad”, afirma.

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