Galicia y Portugal colaboran para mejorar los servicios de la eurociudad Tuy-Valença

El director general de Administración Local de la Xunta, Alberto Pazos Couñago, y los alcaldes de Tui, Moisés Rodríguez, y de Valença, Jorge Mendes, firmaron una Memoria de Entendimiento para facilitar la interconexión de los registros municipales, al amparo de la Comunidad de Trabajo Galicia-Norte de Portugal.

Este acuerdo a tres bandas permitirá que por primera vez en toda la frontera luso-española, dos ayuntamientos fronterizos, de países diferentes, compartan su registro municipal, de tal manera que los ciudadanos de las dos poblaciones puedan presentar solicitudes dirigidas al ayuntamiento del otro país.

Según destacó Pazos Couñago, la firma de esta memoria permite continuar la apuesta del Gobierno gallego por la cooperación transfronteriza y por conseguir una Eurorregión puntera en Europa, basada en la cercanía y el conocimiento.

La Xunta, a través de la Comunidad de Trabajo Galicia-Norte de Portugal, apoya la cooperación entre ayuntamientos y cámaras municipales con el objeto de suministrar de servicios de calidad a sus convecinos, especialmente ahora cuando la necesidad de compartir, racionalizar las inversiones y priorizar el gasto público se hacen más necesarios.

El director general destacó que esta línea de cooperación es la que está siguiendo el Ejecutivo gallego en su política local, y por lo tanto, la marca que le quiere imprimir a la Eurocidade. Por eso, desde la Xunta se seguirá fomentando, ayudando y colaborando con todas las propuestas que surjan para mejorar la cooperación a ambos lados de la "Raya".

La segunda Eurocidade gallega

A Eurocidade Tui-Valença fue la segunda que nació en Galicia, después de la de Verín-Chaves, que fueron las primeras poblaciones en la frontera luso-española que acordaron trabajar conjuntamente bajo a novedosa fórmula de la Eurocidade.

El objetivo principal de la Eurocidade es conseguir fórmulas para promover la convergencia institucional, económica, social, cultural y ambiental entre las dos ciudades, de modo que el "efecto frontera" deje de ser un inconveniente para convertirse en una oportunidad de desarrollo territorial y socioeconómico, promoviendo la utilización de servicios comunes como instrumento dinamizador.