Kast, el ultraderechista vinculado con el nazismo y la dictadura que promete orden en Chile

Elecciones presidenciales

El ultraderechista, hijo de un nazi huido de Alemania y hermano de un ministro de Pinochet, la tercera vez que se presentaba a las elecciones ha optado por esquivar los debates sobre libertades individuales para proyectar una imagen más moderada y ha fundamentado su discurso en el orden, la mano dura y los valores tradicionales

Publicado: 15 dic 2025 - 14:43 Actualizado: 15 dic 2025 - 14:48

José Antonio Kast, presidente electo de Chile
José Antonio Kast, presidente electo de Chile

José Antonio Kast ha convertido en realidad el dicho de que a la tercera va la vencida. Casi el 60% de los votos de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile han validado en esta ocasión un discurso fundamentado en el orden, la mano dura y los valores tradicionales que se concreta en planes y medidas sobre deportaciones masivas, un férreo combate de la delincuencia y un importante apoyo a las familias para frenar el declive demográfico que sufre el país latinoamericano.

En la tercera vez que optaba a la presidencia chilena, Kast, hijo de un nazi huido de Alemania y hermano de un ministro de Pinochet durante la dictadura, ha moderado su perfil con respecto a las campañas de 2017 y 2021, evitando debates sobre cuestiones como la homosexualidad, el feminismo y el aborto, a las que se opuso en el pasado de forma palmaria. De cara a esta cita con las urnas, en cambio, se ha centrado en la inseguridad, el principal problema para los chilenos a pesar de unos datos oficiales que no dan tal dimensión a la delincuencia, y lo ha hecho prometiendo mano dura.

Abogado y padre de nueve hijos, defensor del legado de Pinochet, Kast se convertirá en el primer presidente de ultraderecha de Chile salido de las urnas y el segundo de derechas en la actual democracia. Antes que él, Sebastián Piñera gobernó el país en dos etapas, pero, a diferencia del ahora presidente electo, había votado en contra de la continuidad de la dictadura en el plebiscito de 1988 en el que ganó el "no". Así pues, su victoria se enmarca en la ola ultraconservadora y neoliberal que atraviesa América, de Argentina a Estados Unidos.

Su programa: orden, fronteras, progreso y auditoría

"Recuperar el orden, proteger nuestras fronteras y reactivar el progreso", es el resumen de su programa, en el que se incluyen actuaciones para blindar las fronteras chilenas, expulsar a los inmigrantes ilegales, enviar a la cárcel "sin excusas" a los delincuentes, aumentar las penas, recuperar el control de las prisiones y combatir las mafias, el contrabando y el desorden.

Junto con ello, promulga la "intervención" del Estado para frenar el "despilfarro político". "Vamos a limpiar la casa", se puede leer en su programa, en el que se anuncia también una auditoría total de la administración hecha por "firmas internacionales de primer nivel". El objetivo de esta iniciativa no es otro que "identificar contrataciones indebidas, sobreprecios y redes de operadores políticos", y tendrá que estar listo "en los seis primeros meses" de la legislatura.

El apoyo a la vivienda y a los emprendedores, así como un nuevo modelo laboral con menos burocracia y más flexibilidad completan su plan de acción para el Chile de los próximos cuatro años en el que, de inicio, le tocará negociar con un parlamento en el que las distintas formaciones de la derecha suman 76 de los 155 escaños total, por 61 del frente de izquierdas. El partido de Kast, el Partido Republicano, es el mayoritario de la Cámara, con 31 diputados.

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