Alpine A 110: el futuro con toque retro

Mirar al pasado no siempre es malo y sino que se lo digan a Alpine, que refundada como marca independiente del grupo Renault ha sabido captar la atención del gran público no solo con su equipo de Fórmula 1, también con el precioso y elegante A-110.

No importa cual de las versiones se cruce por el camino del usuario o viandante, es un coche que llama la atención hasta de los que no siente el más mínimo interés por estos asuntos. El A-110 es mirar a la historia del grupo Renault, pero también al futuro. Partiendo de su exitoso deportivo de los años 70, la firma francesa se ha lanzado con esta nueva versión, en pleno proceso de recuperación de esa esencia “alpinista”, que en toda Europa era legión, no solo por su belleza, también por sus éxitos deportivos que ahora mismo intentan recuperar.

Como no, en el concesionario Rodosa de Ourense puede probarse alguna de las versiones disponibles y si se quiere una en particular, el equipo comercial hará lo posible para conseguirlo con la mayor celeridad.

En el exterior, llama la atención lo parecido que es a su hermano mayor, con un perfil realmente bajo aunque con una facilidad de entrada al habitáculo mucho mejor que la versión de los años 70. En el interior, es un auténtico biplaza, con toda la tecnología de un coche actual, pero con las sensaciones que debe transmitir un deportivo llamado a competir con otras marcas.

No hay excesivos lujos en el interior del Alpine, pero todo está maximizado para que el conductor se sienta un auténtico piloto de competición desde que pulsa el botón de arranque.

Y es que el motor en la posición trasera transporta a otro tiempo y comunica al conductor que hay potencia y caballos (desde los 250 a los 292 de la versión más potente), los mismos que se trasladan a una caja de cambios automática que funciona con una velocidad superior a la media, casi sin retardo, incluso cuando se decide conducir en el modo manual con las levas tras el volante, algo que proporciona un placer realmente difícil de alcanzar en otros modelos.

La dirección es precisa y rápida, casi como conducir un kart y la posición de conducción, lejos de ser incómoda, proporciona seguridad y confort a partes iguales.

En cuanto al precio, un rango amplio para poder adaptarse a las necesidades de cualquier cliente que busque un modelo exclusivo. El precio de la versión “normal” parte de los 62.000 euros, mientras que si se quiere ir cualquiera de las dos superiores, están disponibles desde los 72.500 euros del GT a los 74.500 euros del “S”, la versión más radical de este modelo.