Beny Fernández volverá a pilotar en un rally en Llanes

Entre 1982 y 1988, el vigués Beny Fernández logró cuatro segundos puestos en el Rally Villa de Llanes, además de alguna otra gran actuación estropeada por la mecánica. Nada, tal vez, extremadamente reseñable para un piloto acostumbrado a pelear por el Campeonato de España. Pero resulta que en aquellas cunetas dejó grandes admiradores de su pilotaje y, décadas después, quieren rendirle homenaje y rendirse a sí mismos otro viéndole pilotar de nuevo por las carreteras asturianas.

La cuestión es que Beny lleva 35 años sin correr y ya peina 74. Pero eso no detuvo a Félix Fernández, empresario y abogado gijonés que aún no ha llegado al medio siglo de vida, para utilizar a Iván Ares de cebo y tentar al veterano vigués. “Me llamaron el sábado de la semana pasada a través de Iván. Y me comentaron que un señor de Llanes, Félix, quería que fuese, que me prestaba un coche -un Porsche 911- como el que tuve en el año 82. Les dije que hace 40 años que no corro, que no tengo licencia, que estoy desconectado… Pero les pedí un tiempo para pensarlo y el martes les dije: pues sí, pues voy, pues venga, adelante”, narra. Así que, salvo percance, en dos fines de semana tomará la salida en el 47 Rally Villa de Llanes. A los mandos de un Porsche y con José Luis Sala, de nuevo, como copiloto.

No sorprende la valentía en el piloto, empresario y promotor artístico. “Estoy hablando con el dueño del coche y mi idea es irme el día 17 a probarlo, coger notas… Por lo menos, saber por dónde tengo que ir. Y a intentar divertirnos un pocos. Espero que no llueva mucho, que allí normalmente suele hacerlo, para que sea más agradable”, desea, mientras se sorprende de que su regreso “en Asturias ya ha salido hasta en la prensa”.

La aventura lo tienta, también, por dónde procede. “Siempre me ha gustado mucho Asturias. Llanes, sobre todo. Aunque también estaba el Príncipe de Asturias. Pero Llanes era como más entrañable. Porque en aquella época todos los pilotos entrenábamos juntos. Recuerdo que dormíamos en el mismo hotel todos: Genito -Eugenio Ortiz-, Carlos Sainz -padre, obviamente-… Todo el grupo. Y el restaurante del señor Alfonso nos organizaba todos los años una comida. Era un rally que nos unía mucho, muy familiar. Y la gente de allí te trata fenomenal”, rememora. E insiste en que disfrutó de la comunidad astur: “Sacando que el piso patinaba bastante, es bonita, un verde agradable. Me parece de lo más entrañable. De hecho, iba de vacaciones a La Franca, allí al lado”. Rercuerda con una sonrisa que, precisamente, nunca ganó en Llanes. Pero también que estuvo cerca. “Félix me mandó un recorte de hace 40 años, cuando empezamos ganando todos los tramos y rompimos”, celebra.

Si se para a pensarlo, Beny reconoce que volver a subirse a un coche lo tiene emocionado. “Realmente, dejé de correr en el 89. En 2009 me dijeron de ir a un rally de clásicos pero el coche se rompió y no llegué a hacerlo. Desde el 89 no he vuelto a ponerme ni zapatillas, ni mono, ni nada”, recalca. Y desvela sus pensamientos estos días: “Como hace tanto que no piloto, pues me paro en detalles: el coche no lleva dirección asistida, el embrague duro… A ver cómo me encuentro. De aquella, todo eso era normal pero ahora la electrónica te soluciona todo en los coches: la dirección asistida, embrague blando, freno también… Ahora no sé cómo me encontraré. Tendré un periodo cortito de adaptación y fuera”. Porque, reconoce, “no es lo mismo estar en forma y hacer todos los años esos tramos que ahora, con la edad que tengo y 40 años después”.

Una y no más, parece

Tampoco engaña a nadie y, una vez la puerta abierta, no espera que la experiencia se repita más cerca de casa, en el Rally de Ourense o en el Rías. “Esto es una invitación en todos los aspectos. Porque el señor es el dueño del coche. Yo no tengo absolutamente nada. Me dijo: despreócupate, te saco yo la licencia, la inscripción, aporto la asistencia… En resumen, cuando llegue lo único que tengo que hacer es coger el coche y pilotarlo”. Y con el vehículo, fetén: “Al día de suspensión, de revisiones, de motor. No es sólo la estética. Me dice que lo tiene como un buen grupo 4 de la época, del 82”. Hasta la compenetración con el copiloto está garantizada. “Me llevo a Jose conmigo. Aparte, su familia es de Gijón. Me costó un poco convencerlo porque me dijo: pero a dónde vamos, estamos chalados…”, bromea.

Una cita de nivel con los mejores pilotos del momento

El Rally de Llanes no es cualquier cosa. Que nadie piense en una prueba de clásicos para antiguos pilotos de élite. En absoluto. La cita asturiana forma parte del calendario del Supercampeonato de España, la máxima categoría de los rallys en España. Sin ir más lejos, la misma que recuperó este año el Rally Rías Baixas y que, como sucedió en las carreteras del área de Vigo, cuenta con los mejores pilotos del momento. Lo que ahora mismo significa con los mejores pilotos asturianos.

Como es obvio, Beny Fernández no forma parte del mismo universo competitivo de esos primeros espadas. Pero el prestigio del Rally de Llanes sí permitiría que los muchos aficionados a esta modalidad del automovilismo que suelen poblar las carreteras asturianas puedan disfrutar del pilotaje del vigués como sucedía hace cuatro décadas. De hecho, la organización ya se ha encargado de difundir la presencia del veterano conductor.

Serán dos días de rally -20 y 21- con el gran reto para Beny Fernández -y para su montura- de poder terminarlo. Y, a poder ser, disfrutando de los tramos asturianos, similares a los gallegos en cuanto a enrevesados. El vigués no quiere lluvia. Porque quiere dar espectáculo. Dentro de un orden.