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La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, quiere debatir con el candidato republicano, el expresidente Donald Trump, el próximo 10 de septiembre, fecha en el que estaba programado el segundo cara a cara entre el magnate y el presidente del país, Joe Biden, antes de que decidiera retirarse de la carrera hacia la Carrera Blanca.
Pero Trump, a través de los responsables de su campaña, anunció que no concretará debate alguno con la vicepresidenta Kamala Harris hasta que su candidatura a la nominación final por el Partido Demócrata quede certificada oficialmente. Así lo hizo saber uno de los principales asesores de Trump, Jason Miller, antes de asegurar que “pase lo que pase” ambos candidatos se verán las caras y que deberían celebrarse “múltiples debates” entre los dos.
Mientras, Harris acusaba a Trump de dar “marcha atrás” tras aceptar el debate programado, como había asegurado, si la vicepresidenta acaba siendo nominada oficialmente en la Convención Demócrata.
En su rol de vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, tuvo tiempo para reunirse el jueves con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para transmitirle su apoyo frente a Hamás al mismo tiempo que le mostró su preocupación por el “sufrimiento humano” que viven los palestinos en la Franja de Gaza como consecuencia de los ataques israelíes. “Siempre me aseguraré de que Israel pueda defenderse, y siempre he tenido un compromiso inquebrantable con la existencia del Estado de Israel, con su seguridad y con el pueblo de Israel”, precisó Harris.
También ayer, Barack Obama mostró su respaldo a Kamala Harris como candidata demócrata a la presidencia de EEUU, lo que significa que la vicepresidenta se ha ganado el apoyo de todas las personalidades políticamente activas del partido para su candidatura a la Casa Blanca. El ex presidente no había dado su apoyo inmediatamente después de la decisión de Joe Biden de retirarse de la campaña, y en un principio se creía que estaba a favor de una competición abierta por la nominación en la convención nacional demócrata del mes que viene en Chicago.
Pero después de que Harris se ganara el respaldo de Bill y Hillary Clinton, Nancy Pelosi, una serie de gobernadores estatales y los demócratas más veteranos del Congreso -así como del propio Biden-, Obama sumó su voz en lo que supone un importante espaldarazo para la vicepresidenta.
El 44º presidente estuvo acompañado por su esposa Michelle, la ex primera dama, en una llamada telefónica con Harris que fue filmada y difundida ayer viernes por su campaña. En el vídeo, se ve a Harris escuchando a los Obama en un iPhone que lleva en la mano derecha.
“Estoy orgullosa de ti”, dice Michelle Obama. Barack Obama interviene: “Llamamos para decirte que Michelle y yo no podríamos estar más orgullosos de apoyarte y hacer todo lo posible para que llegues al Despacho Oval”.
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