Trump aboga por "normalizar" las relaciones con Siria

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un giro significativo en la política exterior hacia Siria al anunciar una normalización de relaciones con el nuevo gobierno sirio, liderado por Ahmed al Shara, actual presidente de transición. Este anuncio se realizó tras una reunión histórica en Riad entre ambos mandatarios, la primera en 25 años, y fue acompañado de la retirada de sanciones económicas impuestas a Siria.

Durante su intervención ante el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCG), Trump confirmó que también participaron por videoconferencia el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán. Trump destacó que la retirada de sanciones tiene como objetivo "dar un nuevo comienzo" a Siria y brindar al país una "oportunidad para la grandeza", aunque reconoció que la situación será compleja.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, se reunió paralelamente con el ministro de Exteriores sirio, Asaad al Shaibani, en Turquía, reforzando este nuevo enfoque diplomático. Trump recalcó que la decisión fue celebrada con entusiasmo por los asistentes al encuentro en Riad.

Por su parte, Erdogan calificó la medida de Washington como de "importancia histórica" y expresó su respaldo a Siria en su lucha contra el terrorismo, en especial contra Estado Islámico. Sin embargo, la figura de Al Shara sigue siendo polémica, ya que es el líder del grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), organización que lideró la ofensiva que derrocó al régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024.

Estados Unidos había considerado previamente a Al Shara como terrorista, incluso ofreciendo una recompensa de diez millones de dólares por información que condujera a su captura, recompensa que fue retirada en diciembre. Esta reunión marca un cambio drástico en la postura de Washington hacia Siria.

El nuevo gobierno sirio ha solicitado en reiteradas ocasiones el fin de las sanciones y ha mostrado disposición para una transición pacífica, comprometiéndose a defender los derechos de mujeres y minorías. Asimismo, busca mantener relaciones estratégicas con Estados Unidos y ha recibido señales favorables desde marzo, cuando Washington condicionó la renovación de exenciones de sanciones al compromiso del gobierno interino con los derechos humanos y la estabilidad regional.