Alba Moldes: “La naturaleza es uno de los grandes atractivos de Valdeorras”

GENTE

Estudiante de O Barco que regresa a la localidad para pasar el verano

Alba Moldes en O Barco
Alba Moldes en O Barco | La Región

Alba Moldes, estudiante de Vigo con raíces en O Barco, regresa cada verano a su tierra natal para reencontrarse con familiares, amigos y las costumbres que la acompañan desde pequeña. Aunque reparte sus días entre O Barco y un pequeño pueblo de Zamora, es en la villa valdeorresa donde se instala cada vez que vuelve de la ciudad olívica. Entre viajes, estudios y veranos compartidos, Alba mantiene vivo su vínculo con dos lugares que siente como hogar.

Pregunta.¿Cuánto tiempo pasa fuera de O Barco durante el curso?

Respuesta.Actualmente paso fuera de O Barco prácticamente todo el curso escolar, ya que estoy estudiando en Vigo el Ciclo Superior de Técnico de Rayos, solo regreso cuando puedo. Además también suelo ir con frecuencia a mi otro pueblo, Fermoselle, en la provincia de Zamora. Es un pueblo que por suerte no se vio afectado por los últimos incendios de la zona.

P.¿Cada cuánto viene a Valdeorras?

R.Mi intención siempre es venir todos los fines de semana, sin embargo, no siempre es posible. Hay épocas en las que, por cuestiones de estudios o de transporte, tengo que espaciar más las visitas y solo consigo venir cada dos semanas. El problema principal es que el sistema de transportes: no siempre hay buenas combinaciones y eso hace que regresar se complique. Normalmente viajo en autobús, aunque en más de una ocasión mis padres me recogen en Ourense, lo cual me facilita mucho el viaje.

P.¿Qué hace cuando viene a la comarca?

R.Cuando regreso durante el curso, la mayor parte del tiempo lo dedico a estudiar, y no puedo descuidarlas. Pero al mismo tiempo, intento aprovechar al máximo para quedar con mis amigos, a quienes echo mucho de menos cuando estoy en Vigo o en Zamora. También procuro dedicar tiempo a mis aficiones deportivas, sobre todo al pádel y al voleibol, que son dos deportes que me encantan y que me ayudan a desconectar de la rutina. La distancia se nota, y cuando estoy fuera de aquí siento esa falta de cercanía con mi grupo de amigos.

P.¿Algún plan que recomiende a la gente de Vigo?

R.Sin duda recomendaría visitar los miradores de la zona. El del Barranco Rubio, en A Rúa, o el de Alixo, en O Barco. A mí me encanta ir de ruta en coche con mis amigos. Más allá de los paisajes, creo que la naturaleza en general es uno de los grandes atractivos de Valdeorras, junto con su gastronomía. A quien viene de fuera siempre le hablo de la Feira do Viño y también de la posibilidad de hacer las Rutas das Adegas en diferentes pueblos, como las de Petín.

P.¿Qué extraña de Valdeorras?

R.Lo que más extraño es la cercanía entre las personas. En ciudades más grandes, como Vigo, puedes encontrarte rodeada de gente constantemente y aun así sentirte un número más, sin que nadie realmente te conozca. Aquí, en cambio, la dinámica es distinta: siempre hay alguien dispuesto a saludarte, a preocuparse por ti o incluso a ayudarte si lo necesitas. Esa sensación de comunidad y de apoyo es algo que echo mucho en falta cuando estoy fuera. También valoro mucho la tranquilidad que se respira aquí; en Vigo todo va mucho más rápido, el ritmo es más impersonal. En cambio, en Valdeorras uno puede detenerse, disfrutar de un paseo sin prisas y sentir que realmente forma parte de un lugar.

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