Opinión

Los Guillén Cuervo

Veía la reunión familiar de los Guillén Cuervo en Estepona, organizada por el programa ‘Volver con’, y parecía una inmersión en el país de las maravillas. Llovía a mares cuando se grabó el encuentro, como lo hacía meses atrás en aquellas tierras, pero poco importaba, puesto que la sonrisa y el verbo de Fernando Guillén Cuervo lo iluminaba todo. Viendo y escuchando a Fernando está más claro que el agua que en él habita un comunicador que seduce a la cámara. Mientras su hermana Cayetana ha tendido a crear un personaje televisivo dominado por un halo de glamour en donde siempre manda el estilista.

Tangencialmente, he coincido en numerosas ocasiones con los Guillén Cuervo en festivales de cine desde 1995. Juntos y por separado. Y doy fe que cuando Fernando padre declaró ser amigo de sus hijos, no lo dijo por echarse un farol. He encontrado a los Guillén Cuervo en L´Alfás del Pi y en Vitoria, en Valladolid y en San Sebastián, en Peñíscola y en Ourense. Recuerdo una cena muy entrañable con Gemma en la Seminci TV. Con amor de madre, la Cuervo se mostraba muy orgullosa de sus tres hijos. Tiene razones para estarlo. Por eso me creo todo lo visto y mostrado en el programa grabado en Estepona. Por eso no me suena impostado ninguno de los momentos que se muestran en ese formato con un punto de reality con famosos. Los Guillén Cuervo son así.

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