Opinión

El pueblo es quien paga el pato

En el urbanismo diseñado en los últimos 12 años en la ciudad de As Burgas hay tres problemas sin resolver que están perjudicando a los ciudadanos. Estos problemas son el tan cacareado Xardín das Burgas, paralizado por la Administración y por el nuevo Peri; el proyecto Fláger que atañe a la Finca Santamarina, vulgarmente Finca de la Diputación, validado por sentencia del Tribunal Superior de Galicia recurrida por la Corporación actual, y el último problema es la ubicación de la depuradora.


Los acuerdos con la empresa Fláger, con el Xardín das Burgas y con la depuradora parece que nunca se van hacer realidad tal como están proyectados y esto repercutirá en los ciudadanos. El Concello ourensano prepara con abogados ajenos el pulso con Fláger. El portavoz del PP dice que el actual alcalde ignora las técnicas jurídicas municipales y busca informaciones ‘a la carta’. La Corporación Municipal actual está en contra de los proyectos de urbanización que suponen la llegada de El Corte Inglés, el aumento de plazas hoteleras, jardines públicos y la creación de nuevos balnearios dentro de la ciudad. La Corporación Municipal se opone frontalmente a las condiciones suscritas con la anterior. Los acuerdos sus critos por la Corporación anterior, la Diputación y las empresas Xardín das Burgas y Fláger un día compatibilizaron los proyectos de las empresas y las compensaciones hechas a los ciudadanos.


Pero hoy la nueva Corporación Municipal no ve posibilidad de compatibilizar las exigencias de los empresarios con las compensaciones que ofrecen para Ourense. De seguir así, los enfrentamientos repercutirán en los ciudadanos al tener que pagar más caro el recibo del agua y las compensaciones acordadas pero no llevadas a cabo con los empresarios. Los ciudadanos fueron siempre los propietarios de la finca de la Diputación dado que parte fue adquirida por expropiaciones pagadas con dinero del pueblo, por ello tienen derecho a recibir algo más a cambio, esto es, percibir el mayor beneficio posible de la Administración Local y lo único que van a recibir a cambio es la subida de impuestos para poder indemnizar a las empresas con las que se hicieron acuerdos hoy impugnados. Los problemas de compensación son problemas generales que afectan a toda la comunidad. Problemas que afectan al gobierno municipal y a la oposición y cuya solución debiera pactarse entre los distintos grupos políticos, porque son problemas de interés general y en dichos problemas deberíamos estar todos de acuerdo para no seguir creando conflictos permanentes que sólo repercuten en el bolsillo de los ciudadanos. Es necesario hacer compatibles los derechos de las empresas y los generales de los ciudadanos, de los que los políticos de uno y otro signo no son más que los administradores y los servidores. Deberían evitarse siempre los desacuerdos por vías de diálogo antes de acudir a la vía judicial, dado que esto es un cáncer para las arcas municipales.


El actual regidor municipal dejó bien claro que no se siente vinculado ni con el PXOM vigente ni con el proyecto de compensaciones para llevar a feliz término las actuaciones urbanísticas y por ello prescinde de los informes de los técnicos municipales y contrata técnicos foráneos.


El proyecto Fláger para la Finca de la Diputación y el polémico Xardín das Burgas son dos intervenciones emblemáticas sobre las que es preciso actuar para mostrar claramente a los ciudadanos las diferencias de criterio. El pueblo tiene que sacar el máximo posible en los acuerdos y en las compensaciones dado que es el sujeto activo o poseedor y el sujeto pasivo o la víctima o el ‘pagano’.


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