Opinión

¡A currar, Majestad!

Yo sé que S.M. trabaja duro y a diario. Mi grito es parecido con el qué en lo deportivo queremos decir: ¡a por ellos! Sé que su talante castizo le moverá a entender mi grito de ayuda y ánimo, como un deportivo a por ellos. Verá Señor, me explicaré.


Estoy muy alarmado por lo que en mi país ha ocurrido la última semana, para ser sincero los últimos tiempos. Los chicos encargados de la cosa política me da que nos ofrecen mal ejemplo; se putean por todo (perdone S.M. el término), unos aplauden al suyo y los otros al propio, son como niños mal criados y mientras esto sucede algunas instituciones nos dan unos disgustos gordos, pero gordos, gordos, a nada que uno piense.


Dice el art. 56,1 de la Constitución que S.M. ‘arbitra y modera el funcionamiento de las instituciones’; unos ‘batuecos’ amigos me han propuesto que le regalemos a S.M. un pito que suene más alto por aquello de arbitrar, yo les he dicho que tiene uno en buen uso, que lo que pasa es que S.M. es muy educado y que sólo en veintitrés se anima a levantar la voz.


Verá, estamos muy preocupados por el espectáculo que esos señores tan lentos del Tribunal Constitucional y los, un poco más rápidos, del Tribunal Supremo han dado estos días. Los lentos han dicho a los menos lentos, todos ellos con vistosas puñetas, que se habían pasado varios ‘poblados marginales’ al ilegalizar la pretensión de unos pacíficos ciudadanos que querían tener voz en el Parlamento Europeo para hacer oír sus derechos y que su decisión, la de los menos lentos, no era constitucional. Los ‘lentos’ deben ser listísimos, a las pocas horas un tal señor Otegui se ha apresurado a aplaudirles y a manifestar su adhesión a los rehabilitados por los lentos.


Otro batueco me dice que lo que ocurre entre ‘lentos’ y ‘menos lentos’ es lo que se llama ‘un conflicto entre partes’ y que resolver esta situación se llama arbitrar (del latín arbitráre). 3. intr. Dicho de un tercero: Resolver, de manera pacífica, un conflicto entre partes. Otro ‘batueco’ me asegura que lo que ocurre entre -de tanto nombrarles les tengo confianza y les llamará ‘lentos y lentorros’- es un desajuste que entra de lleno en la definición de la palabra moderar, (Del latín moderári). 1. tr. Templar, ajustar, arreglar algo, evitando el exceso. Por todo lo expuesto y con el debido respeto, si su obligación según el artículo 56,1 de la Constitución es: ‘...arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones’ no me queda otra posibilidad que espetar a S.M. un ruego con pólizas y cariñosos sellos de esperanza y afecto: ¡A currar, Majestad!

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