Opinión

DEL BOSQUE, ENTRE LA GLORIA Y LA CRÍTICA

El 14 de febrero de 2010 me fue publicado en La Región mi artículo titulado 'Mourinho y el Real Madrid' y lo que me indujo a escribir este artículo fue el empecinamiento de cierto sector de los medios de comunicación que, obstinadamente, dieron en calificar a Mourinho 'como el mejor entrenador del mundo'. Y al atreverse a hacer esta equivocada información -comentaristas, críticos deportivos- lo único que han hecho, por el contrario, ha sido desinformar y demostrar que su sapiencia futbolística se reduce al conocimiento de que el balón es redondo.


En mi anterior artículo antes citado decía y recuerdo ahora que Mouriño a nivel de club no consiguió ningún título mundial, sino solamente europeo. En cuanto al Real Madrid, con una plantilla en donde ya estaban Cristiano Ronaldo, Kaká, Iguaín, Xabi Alonso y otros de talla internacional como Sergio Ramos y Arbeloa, el señor presidente dijo: 'Pedid y recibiréis' y Mourinho, ante tamaña generosidad, consiguió los fichajes de Di María, Ozil, Khedira, Carvalho y Adebayor. Y vuelvo a repetir que si estuviera en el mercado el jarabe rejuvenecedor, el luso pediría en bloque a Di Stéfano, Pelé, Maradona, Platini, Eusebio y Zidane. Pedido que sería servido en bandeja. Sólo es cuestión de talonario.


Pero me estaba olvidando del título de estas líneas: 'Del Bosque, entre la gloria y la crítica'. Y esto ¿por qué? Del bosque, que como profesional fue 18 veces internacional, ha conseguido como entrenador del Real Madrid dos copas de Europa y un mundial. Como seleccionador-entrenador conquistó un mundial y un europeo. Ello quiere decir que se ha proclamado como el mejor entrenador del mundo. Como anécdota recuerdo que cuando en el año 2010 jugó España la final contra Holanda me encontraba en Ourense viendo el partido con un grupo de 20 jóvenes en donde yo era el longevo y no aguanté el último cuarto de hora. Cogí el coche y me marché por el barrio de A Ponte. Pasé por delante de un bar y escuché: ¡Gol! Había marcado Iniesta. Todavía hoy me lo recuerdan estos amiguetes.


Mourinho es el entrenador espectáculo. Sus continuos gestos de contrariedad, su actitud negativa hacia los árbitros son notorios. Esto contrasta con el perfil de Vicente del Bosque. Los nervios, la tensión van por dentro, pero sabe contenerse y, por contra, transmite al espectador una imagen de tranquilo en compañía de su bien poblado mostacho. Su esposa, Trinidad López, dice que es un hombre de una bondad tremenda y que lo que más le alegra es ver feliz a su hijo, con síndrome de Down, que estaba contentísimo con su padre y los jugadores en el autocar triunfal de la selección. Pero en los medios de comunicación -en algunos- existe una elevada dosis de cinismo, de hipocresía. En pocas horas pasas de héroe a villano, de las loas, de las alabanzas a las críticas más despiadadas. ¿Qué pasaría si en la final contra Italia el resultado fuera a la inversa y perdiera España por 4 a 0? ¡Líbrenos Deus! Meigas fora.

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